martes, 20 de septiembre de 2011

CERTAMEN DE RELATO CORTO LOS JARDINES SECRETOS 2011

F31. MILAGRO, de Epífisis

Estaba desahuciado desde hace varios años, cuando me hablaron de un lugar en España especial, los Jardines Secretos de Isla de Pedrosa en Cantabria. Hacia allí me encaminé con toda la ilusión.
Solo con ver, oler, sentir y tocar noté cierta mejoría, pero el efecto del Eucalipto en mis vías respiratorias y en la diabetes y el del árbol del Plátano de sombra que es diurético, emético y laxante, hizo que corriera hacia los demás jardines buscando curación.
La Encina me curó una espinilla de la nariz, el Tamarindo me quitó la febrícula, el sirope de arce con su potasio me ayudó al corazón, con su zinc las defensas, con su calcio los huesos. Yo notaba que iba más ligero, de hecho, adelanté a un adolescente y al pasar por el árbol de la seda, noté que iba perdiendo las lombrices por la patera del pantalón. En el jardín de Rosas me perfumé, también con el cantueso.
El árbol de Júpiter me ayudó con las aftas y estomatitis que me producían la dentadura postiza.
Al llegar al jardín del Romero iba como patinando y me di cuenta que era el efecto laxante de varios de los árboles. Ingresé en Valdecilla.
 

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