viernes, 4 de noviembre de 2011

III CERTAMEN HISTORIAS DE MIS MUEBLES - ARCÓN

Aquella tarde de hace cincuenta años, llegamos a la casa del pueblo de mi padre. Como siempre, los cuatro hermanos, corriendo por ser los primeros, empezamos a abrir todas las ventanas y las puertas que daban al patio.
Al llegar a la última habitación y entrar en tropel, un animal salió enloquecido y desapareció por un hueco de la ventana, asustándonos.

Encendimos la luz y vimos el arcón abierto y entre las ropas, cuatro gatitos recién nacidos y con los ojos cerrados. En un segundo, cada uno de nosotros tenía en su regazo una criatura que cabeceaba y abría su boquita, dejando escapar un sonido que todavía no era maullido.

Al entrar mi padre se enfadó mucho, nos obligó a dejar los animalitos en el arcón y nos explicó que a la gata y su camada hay que dejarlos en paz durante un tiempo.
Salimos de la habitación y la cerramos a nuestra espalda, quedándonos escuchando por turnos para sentir si volvía la gata.
Al amanecer, los cuatro abrimos la puerta, vimos el arcón  con los cuatro gatitos, muertos, gritamos y al acercarnos vimos la huella de los colmillos de la madre en sus cuellos.
 Entró mi madre en ese momento y nos quedamos mirándola.

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