miércoles, 23 de noviembre de 2011

III CERTAMEN HISTORIAS DE MIS MUEBLES - BIEDERMEIER

Estoy enfadado, más bien cabreado. Toda mi vida ahorrando, para comprarme un mueble vitrina del estilo Bidermeier alemán de 1820-1850, para expositor de mi colección de figuras de Capodimonte de Nápoles y ha sido un desastre.
Me costó un ojo de la cara, pero no me importó.

Me he quitado de salir a cenar, mi mujer y yo hemos decidido dejar de tener hijos y de veranear. Así hemos conseguido ahorrar lo suficiente para poder comprar la vitrina divina de Biedermeier.
Es un estilo que nos va mucho, bieder significa “sencillo” y eso es lo que nos caracteriza a la pequeña burguesía actual, políticamente decepcionada y excluida de la colaboración responsable en el Estado.
Pero el vendedor, no quería que me llevara esa pieza. Me regaló una caja de cera en pasta, una gamuza y me dijo que lo aplicara todos los días cinco veces.
En mi salón el Biedermeier lucía impresionante, dejamos de ver la televisión y colocamos los sillones orejeros de cara al mueble.

Día a día el mueble se hizo cada vez más pequeño, las figuras se rompieron, la tienda cerró y yo entré en depresión.

Mi mujer lo ha colocado en la casa de muñecas.



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