domingo, 15 de enero de 2012

- 2012 -AMOR


A mi pareja actual y a mí nos encantan las casas rurales con muchas actividades, senderismo, bosques, ríos, playas cercanas y picadero. Y los niños con su madre.
Nosotros no salimos de la casa en todo el fin de semana y aprovechamos la ausencia de los otros para disfrutar de ella.
Llevamos un bolso con la comida y bebida y si hay microondas y neverita todo resuelto.

Tenemos una maleta con juguetes eróticos, adminículos y complementos para nuestras fiestas. El otro fin de semana en Ezcaray, una señora volvió antes de tiempo por unas pérdidas y nos pilló en el salón, yo en pelota picada con un gorro de navidad, enhiesto como un unicornio y persiguiendo a mi chica desnuda también, que blandía un vibrador de negro Mandinga.

La señora se quedó en la puerta y la pérdida ya fue total y nosotros al grito de somos elfos y a saltitos la sorteamos a ella y al charquito y nos subimos a nuestra habitación.

En una casa en  Donamaría que enseñan a amasar pan, lo hicimos en la mesa como en el cartero llama dos veces, nos pillaron por las huellas harinosas del pasillo.
Somos adictos al turismo rural.

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