SORPRESA
SORPRESA
Pero el amigo que había traido a casa, simpático al
principio, después de cenar se empezó a poner nervioso y no quería jugar. Le
metieron en la cama, apagaron la luz, el silencio duró unos minutos. De
repente, la cama de su hermana crujió y las voces susurradas y las carcajadas
le dieron envidia.
Oyó la voz de él – Me voy.
La de ella – Yo también.
Se levantó, salió al pasillo y abrió diciendo – Me voy con
vosotros.
Muy bueno Epifisis, este relato tiene un giro final tan inesperado como gracioso.
ResponderEliminarUn saludo.
Alfonso, el final es de un chiste de Jaimito de cuando éramos niños, pero le iba bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Esas despedidas están muy bien, Alejandro.
ResponderEliminarYo no me voy, me quedo por aquí.
Un besazooo
Amparo, me parece muy bien, yo también me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn beso
JA,JA,JA. me parto Alejandro.
ResponderEliminarSigues igual que siempre. Aportas ese toque gamberro al concurso.
Saludos
José Ángel, los viejos gamberros nunca mueren.
ResponderEliminarUn saludo
Alej, me había liado con tu blog y como al abrirlo sale enero creí que no habías escrito nada nuevo por aquí. A mí este relato me ha parecido de lo más inocente, me has sorprendido sorprendido. Y no te enfades conmigo, las letras a veces me empujan a hacer cosas que no quiero.
ResponderEliminarUn beso.
Este es muy inocente, un poquito más fuerte es el siguiente y no creo que me enfade contigo nunca.
ResponderEliminarUn beso