HUNDIMIENTO
Acababa de pisar la cubierta del Cutty Sark Tea
Clipper, que llevaba año y medio construyendo, durmiendo poco y mal para presentarlo al concurso de
maquetas.
He notado como las tablillas se
combaban y saltaban en el aire y he recordado los 1500 clavitos que yo
pacientemente había martilleado con amor.
Las cuadernas se han roto bajo mí
peso y me he enredado en el cordaje del mástil de trinquete y me he clavado la
verga mayor en el culo.
Mientras braceaba, gritando de
dolor e intentaba que los daños no fueran a mayores, iba pensando que por fin
había encontrado la lombarda que perdí el otro día y que inevitablemente me dirigía
de cabeza hacia la televisión que había
comprado la semana pasada para ver las cosas en tres dimensiones.
Decidí relajarme y saludando como si llevara una gorra de
capitán de barco me hundí en el plasma.
Jajaja, que simpático el escrito.
ResponderEliminarMe ha recordado un viaje que hice en un Clipper...
Hay que tener una paciencia infinita para las maquetas. Yo creo que haciéndolas, sería totalmente nula.:)
Un saludo.
Misterio mío, me encanta tu risa y tu blog.
ResponderEliminarLos puntos suspensivos de tu viaje en el Clipper no me los quiero imaginar porque pecaría.
Yo empecé una maqueta de ese tipo y la tengo inconclusa, me faltaba lo más fácil, pero me cansé.
Un beso.