Lo que más me admira de tí es que, detrás de ese sentido del humor desvergonzado, hay un tío íntegro que sabe qué cosas son importantes en esta vida. Que quiere a su mujer y a sus hijas, que basta con miraros un instante para saber que los cuatro sois cómplices en ese delito que llama felicidad. Sólo le pido al Dios que fuere que me permita ser un poquito parecido a los que son como tú. Un abrazo y es un honor.
Maestro Epífisis, nosotros y nuestros relatos llegarán lejos, muy lejos. Son tiempos heroicos para los lectores con gusto.
ResponderEliminarUn abrazo y beso de tu hija, Sara Snezha. Vamos papá!
Sara Snezha, ojalá podamos compartir muchas cosas durante mucho tiempo. Un beso
ResponderEliminarLo que más me admira de tí es que, detrás de ese sentido del humor desvergonzado, hay un tío íntegro que sabe qué cosas son importantes en esta vida. Que quiere a su mujer y a sus hijas, que basta con miraros un instante para saber que los cuatro sois cómplices en ese delito que llama felicidad. Sólo le pido al Dios que fuere que me permita ser un poquito parecido a los que son como tú. Un abrazo y es un honor.
ResponderEliminarPor cierto...¡qué feo soy!
Sabes que la belleza está en tu interior, búscala y si la encuentras, enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo
Vaya Epifisis, felicidades por el premio, sea el que sea.
ResponderEliminarUn saludo.
Alfonso, es un diploma, lo que tiene de bonito es que Sara es mi hija y Diógenes un amigo.
ResponderEliminarUn abrazo