Île des femmes
club
Nunca pensé que al llegar a esta isla, medio muerta, después
del naufragio de mi matrimonio, fuera a encontrar un salvavidas como tú, Pierre,
me has rejuvenecido y vuelvo a sentir lo que hacía años que mi marido me había
hecho olvidar.
Tuve dudas al venir, de tanto llorar, estaba seca, pero fue
tirarme al agua para que el barco no me llevara al fondo, que el ansia de vivir
me obligó a bracear, como esos niños cuando aprenden y llegar a esta orilla.
Tu dulzura, tu comprensión y tu belleza, cuando te conocí,
hicieron el resto.
Mañana no sé, por ahora, abrázame, déjame sentir tu cuerpo
pegado al mío, deja que me humedezca al sentirte tan duro y como te restriegas
contra mis caderas.
Sigue con tu boca en mi oreja, dime que me deseas, échame
tu aliento caliente en el cuello, muérdeme el lóbulo, tira de él, lo siento,
como si fuera en el pezón, pon tu mano en mi culo y aprieta, estoy sudando, la
música, el baile, el alcohol y tú, me hacen débil.
Estoy notando tu miembro y
ya siento como me penetra, como se abre entre mis labios. Sujétame por favor,
me voy.