viernes, 28 de noviembre de 2014

RELATOS EN CADENA SER - NOVIEMBRE - FALACIA DEL HOMBRE DE PAJA


 

                                                                      FALACIA DEL HOMBRE DE PAJA
 
 
 

 

En realidad esto, del amor, no tenía ninguna lógica, era pura falacia, si todas las mujeres guapas que conozco son mis amantes, tú que también lo eres, deberías serlo.
 

Pues no, es una generalización apresurada y me impides acostarme contigo. Qué paradoja, la única que tiene título válido de cónyuge y se niega a yacer conmigo.

Entramos en la lógica difusa y rechazas  el principio del tercero excluido. Si no quieres hacer el amor y esta premisa es verdadera, es falso que quieras, pero no dejas ninguna posibilidad de algo intermedio.
 

Con mi lenguaje formal  y mi aparato deductivo,  es posible que sea peripatético y el tercero excluido.

lunes, 17 de noviembre de 2014

A QUE SABE CANTABRIA - 2014 - AQUÉL VERANO DEL 72

                                                         Aquél verano del 72

 
 
 

Cuando nos sentamos en la cálida arena de la playa del Sardinero al abrigo de una barca varada, un estremecimiento recorrió mi cuerpo. La había visto bajar por la escalera de La Belle Epoque.


 
 
Su olor, a hembra con tintes florales despertó en mi, deseos de saborearla, de apreciar sus matices, de pasar mi lengua por su cuerpo, por ese cuello que me recordó el dorso de un pasiego, de esos pechos duros como cántaros, de sus pliegues más íntimos con su miel almizclada y tacto filoso. Quiso acompañarme. Me acerqué con miedo, no por ella sino por mí, nos besamos, su lengua cálida se metía entre los dientes y los labios, intentaba imaginar por donde iba, pero yo la notaba en mi sexo, duro y a explotar.


 
 
 Se quitó el suéter como solo una mujer sabe hacerlo y la falda escocesa se abrió como una alcachofa y yo, con la boca abierta. Su mano fue bajando lentamente por mi pecho, cogió con dos dedos la cremallera y la fue deslizando y su sonido se elevó por el silencio de la playa.


 
 
 Me eché a llorar, me miró y me dijo, no hay que llorar por la leche derramada.
 

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jueves, 13 de noviembre de 2014

REC - CADENA SER - 2014 - noviembre - CHINCHA RABIÑA


                                                                                   Chincha rabiña
 
 
El muñeco fue el primero en cerrar los ojos, con rabia tiró de los párpados y metiendo los deditos empujó las bolitas de cristal que se soltaron y las sacó por una de las aberturas.

 

Su cara, con la boquita abierta y las negras oquedades, le produjo más miedo todavía, le bajó los pantalones y consiguió desencajar las piernas, recibiendo un latigazo de la goma que colgaba de una de ellas.
 
 
Lloró de dolor y abriendo la ropa por la espalda arrancó el tambor que al girarlo gritaba con una voz estridente, te quiero, te quiero.
 
 
Le clavó unas tijeras y enmudeció.
 
 

El cadáver desmembrado quedó en el suelo.
 
 

martes, 11 de noviembre de 2014

REC - 2014 - NOVIEMBRE - CASA DE MUÑECAS


                                                            CASA DE MUÑECAS
 
El muñeco fue el primero en cerrar los ojos y volver a abrirlos, por la ventana del 
 
gabinete, había divisado como venía la niña monstruosa.
 
 
 
 Se volvió y se dirigió hacia  la mesa camilla, tomando el periódico se repantigó.
 
 

Como el efecto de una bomba, la fachada desapareció  y una mano gigante cogió de
 malas maneras a Torvald y le gritó que dónde estaba Nora.
 
Le arrastró por toda la  casa, golpeándole las piernas por los escalones, le llevó al
cuarto de los niños, donde seguían jugando en un escorzo imposible.
 
 
 

Ya en el baño lo desnudó y lo sentó en la taza del wáter. Sonrió mientras la miraba.
 
 
 

martes, 4 de noviembre de 2014

ACCIDENTE - 2014 - NOVIEMBRE


                                                     ACCIDENTE
 
Sé que iba muy rápido y que esperaba una llamada de mi novia, habíamos reñido durante la cena.

Empezó a sonar justo en el cambio de rasante y al descolgar oí sus palabras llamándome cabrón.
 

En ese momento unos faros potentes me cegaron y di un volantazo, me dirigí a la cuneta y me incrusté contra el pretil de un puente. Noté como mis piernas se quebraban sin dolor y un cristal  del parabrisas se introducía en mi cara manteniendo mis ojos abiertos y un ruido del aire que se escapaba de mi tráquea rota.
 

Al rato, una persona se puso delante de mi cara y se volvió para decir a alguien de que estaba muerto, intenté gritar, no me podía mover y notaba como la sangre me abandonaba por los muslos.
 

lunes, 3 de noviembre de 2014

ESTA NOCHE TE CUENTO - NOVIEMBRE - 2014 - PARA ICEBERG, EL MÍO


                                                                   PARA ICEBERG, EL MÍO
 
 
 
 
 
Chevalier, en el salón Parisién con una absenta, el azucarillo en la cuchara con agujeros y echando el agua por encima, cuando escuchó  ruido de  ropa por la espalda, posiblemente un can-can demasiado almidonado.
 
 

Me permite, le susurraron al oído, al volverse, la mujer más encantadora, de blanco impoluto, con una sonrisa que hizo que se levantara, cogiendo de la silla de al lado, el bastón y el canotier.
 
 

Por favor,  soy viuda,  voy a estudiar a New York,  quiero olvidar,  soy muy joven,  Ay,  Huy,  hoy?,  aquí,  ahí la 115,  hey,  oh la lá,  oui oui.
 
 

Entra primero ella y al poco él. A la media hora el primíparo sigue con los cordones de la faja, el miriñaque en el suelo como un tacataca, las medias con la blonda y sus corchetes enganchados a una pantaletas de puntillas le tenían a punto de explotar.
 
 

Al separar la faja, la marca de las ballenas en la piel del tronco semejaba las grietas de un río seco.
 
 
Ya desnudos y temiendo él  una eyaculatio ante la portem, la tumbó en la litera y sin muchos preámbulos la penetró, justo cuando el barco se puso vertical. Dijo ella, menuda clavada, ah ah.