lunes, 3 de noviembre de 2014

ESTA NOCHE TE CUENTO - NOVIEMBRE - 2014 - PARA ICEBERG, EL MÍO


                                                                   PARA ICEBERG, EL MÍO
 
 
 
 
 
Chevalier, en el salón Parisién con una absenta, el azucarillo en la cuchara con agujeros y echando el agua por encima, cuando escuchó  ruido de  ropa por la espalda, posiblemente un can-can demasiado almidonado.
 
 

Me permite, le susurraron al oído, al volverse, la mujer más encantadora, de blanco impoluto, con una sonrisa que hizo que se levantara, cogiendo de la silla de al lado, el bastón y el canotier.
 
 

Por favor,  soy viuda,  voy a estudiar a New York,  quiero olvidar,  soy muy joven,  Ay,  Huy,  hoy?,  aquí,  ahí la 115,  hey,  oh la lá,  oui oui.
 
 

Entra primero ella y al poco él. A la media hora el primíparo sigue con los cordones de la faja, el miriñaque en el suelo como un tacataca, las medias con la blonda y sus corchetes enganchados a una pantaletas de puntillas le tenían a punto de explotar.
 
 

Al separar la faja, la marca de las ballenas en la piel del tronco semejaba las grietas de un río seco.
 
 
Ya desnudos y temiendo él  una eyaculatio ante la portem, la tumbó en la litera y sin muchos preámbulos la penetró, justo cuando el barco se puso vertical. Dijo ella, menuda clavada, ah ah.





 




 

1 comentario:

  1. Epi, que mal momento escogieron tus protagonistas para consumar los hechos, jejej, puede que al final esa clavada fuera su paso hacia un mundo mejor jejej.y por el camino disfrutaron de lo lindo.
    Besos .
    Puri

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