jueves, 20 de marzo de 2014

RELATOS EN CADENA SER - 2014 - AL AMOR POR EL FÚTBOL


                                                                       AL AMOR, POR EL FÚTBOL
 
 
 
La vergüenza que nos ganamos aquella noche, en cambio, nos acompañaría para siempre.


 
 
 Desde el momento en que nos besamos en la boca, cuando conquistamos la Liga de Campeones al Barcelona, la felicidad se abrió para nosotros, pero los amigos dejaron de hablarnos y ahora vemos los partidos solos y en casa.




 
Siempre habíamos dicho que quién, en un día de borrachera no da por culo a un amigo, pues no, es un dicho y mentira, los demás te dan de lado y no por detrás.
 
 
 

miércoles, 5 de marzo de 2014

RELATOS EN CADENA SER - 2014 - REGALO DE CUMPLEAÑOS


                                     REGALO DE Cumpleaños
 
Tanto visitante inesperado y yo con aquella erección. No debí tomarme la pastilla, cena sorpresa de mi mujer por mi cumpleaños. Antes de salir, me acomodé el bulto lo que mejor pude,  a los amigos les di la mano.
 Con las mujeres dos besos y retranqueado, salvo una que me abrazó inesperadamente y algo tuvo que notar, pues me miró con una caída de ojos.
 

En la mesa, la lista se sentó a mi lado y con disimulo posó la mano, al momento  un espasmo en mi pierna desplazó el tablero de la borriqueta y cayó al suelo, se inmortalizó con una foto.
 

sábado, 1 de marzo de 2014

ESTA NOCHE TE CUENTO - MARZO - 2014 - FUEGOS FATUOS

FUEGOS FATUOS – EPÍFISIS

alejandro pozo

Hace una semana,  como tantas veces, fui a por hierba para mis conejos al cementerio. Era una noche de tormenta,  me encaramé a la tapia y de un salto caí entre las sepulturas, las ropas, empapadas.
Metí en el saco hierbajos  a puñados, cuando frente a mí, una luz verdosa, fluorescente me llamó la atención, al acercarme, la lápida que pisé se hundió y caí sobre un féretro que se hizo astillas y acabé entre huesos y una calavera que me sonreía, con restos de carne y un gusano en la órbita. Grité.
Trepé como pude y al saltar el muro, los zarzales me desgarraron  el cuerpo.
Desde entonces, las heridas aumentan y un líquido seroso, hediondo y con una luz que  fluctúa por la noche, moja las sábanas.
Hoy,  la gangrena alcanza a la cintura y cuando caigo en la semiinconsciencia, noto como me licuo y como la parte inferior de mi cuerpo es una masa informe.  Nunca creí en los fuegos fatuos, pero ahora mismo que estoy escribiendo, oigo pasos tras la puerta, los cencerros de la Santa Compaña suenan y una luz se filtra por la puerta y  se une a la mía, como una aurora
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