miércoles, 22 de abril de 2015

MALDITO QUIJOTE - 2011


MALDITO QUIJOTE (CONCURSO BELLAS ARTES; EL PAIS Y ALFAGUARA).


RSS | alejandro pozo de la camara | Lunes, 4 de julio de 2011 |  | 
 
 
 


 
                                                                              Libro de Don Quijote

 

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.”¡Qué es eso!, que asco, un bicho encima de “olla” y se mueve, huye, que te crees tú, toma pulgar. Menuda mancha, como ha quedado olla, parece otra cosa, tendré que raspar.

Que majo internet, pongo “bichejos en los libros” a ver si tengo suerte y hala 9.160.544 entradas en 0.09 segundos. Hoy tampoco me da tiempo a leer el Quijote.

 

A quien interese: se llaman pececillos de plata o Lepisma Saccharina(como el natreen , je, je), son insectos tisanuros de la familia Lepismatidae, toma ya, tienen fototaxia negativa, por eso quería escaparse. Su vida sexual es curiosa, no copulan (como algunos), al vivir en oscuridad y en diferentes páginas el macho deja el espermatoforo pegado en algún párrafo (como algunos) y atraen con engaños a la hembra para que se preñe (como algunos). Según estoy leyendo me he dado cuenta que su vida sexual no es tan curiosa, es parecida a la humana.

Además tienen un depredador natural: La tijereta(Forficula auricularia).Me imagino a mí, llevando a la lepis de turno hacia la G con flores y bombones y que aparezca la manostijeras y se me corta el rollo, fijo.

Hay foro, miles de personas, unos que cómo se matan y con qué, otros que salvar los lepismas. Guerra entre insectófobos y Adena. No sé cómo he podido vivir ajeno a lo que se está desarrollando en el mundo. Ahora además, veo el libro de otra forma, me da un poco de miedo, es como un Universo en pequeño y quién soy yo para interferir en el destino de todos ellos. Que se fastidien y que les den.

 

He vuelto a dejar el Quijote en el mueble y no creo que lo intente nunca más.

Tengo ya 59 años y la primera vez estaba en el colegio, conseguí llegar al capítulo IV, cuando sale de la “Venta” y me di cuenta de que hablaban raro y de que no me enteraba de nada, así que decidí preguntar a mis padres y hermanas las cosas importantes del libro. Era un tipo muy viajero y chulo que se metía en donde no debía, tuvo un asunto con la celestina (mi padre me dijo que cuando fuera mayor me lo contaría), otro follón en Fuenteovejuna y una pelea con Tartarin de Tarascon, en fin, suspendí.

 

En mi adolescencia tardía (sobre los 25 años), conocí a una joven de Torres de Berrellén, muy ilustrada y además con los senos turgentes. Me contó, que su pueblo sale en el Quijote y por este motivo decidí intentar leerlo otra vez. Puse mucho empeño, pero no sé si sería por mis hormonas revueltas o qué, que si leía que estaban en la trilla acababa en la paja. Me parecía un libro erótico y todas las conversaciones entre los personajes iban a lo mismo. Cuando Don Quijote dice “ni soy de mármol, ni soy de bronce, ni ahora son las diez del día sino de noche”, me imagino a Doña Rodríguez insinuándose al lado de mi lecho y lo he hecho. Tuve que dejarlo, porque se convirtió en fijación y tenía que llevar el libro cuando me iba a la cama con alguien (ahora sé que actuaba como el lepisma saccharina macho).

En la cuarentena, lo intenté otra vez, lo llevaba encauzado pero un día al levantarme del inodoro se me cayó dentro. Lo recuperé y conseguí que quedara bastante decente, pero entre esperar al secado y a que perdiera cierto olor a podrido, se me olvidó en el estante (ahora también sé, por qué la flora y la fauna de este libro es tan abundante).

En el foro de internautas hay medidas para hacer desaparecer estos animalitos, desde pesticidas, hasta ecologistas que recomiendan poner al lado una patata (parece que gusta mucho a los lepismas), para que se introduzcan en el interior y luego hacer con ella lo que quieras.

Esto me parece actuar como Dios y yo no quiero cambiarles el ecosistema, bastante tienen con su vida tan complicada y encima no copular (como algunos), así que he decidido coger el libro con guantes y salir a la calle, dirigirme a la plaza de España y sentarme en un banco debajo de las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza, dejarlo y salir por patas y a quien Dios se lo dé San Pedro se lo bendiga.

 

viernes, 10 de abril de 2015

ESTA NOCHE TE CUENTO - 2015 - SUPERCAÑÓN

7. SUPERCAÑÓN (EPIFISIS)

Cuando entré en la santabárbara, estaba apoyada en el brocal metiendo el escobillón embadurnado de sebo por la boca para limpiar el ánima, sus brazos desnudos, brillantes por la grasa que le resbalaba hasta la camisa remangada, empapando la tela y marcando sus pezones, dejando ver su tatuaje con mi nombre. La mancha en su nariz hizo que se me pusiera como la verga mayor. Se dio la vuelta y como la encanta el trinquete, se subió la cureña hasta la cintura y nos pusimos a holgar entre las gualderas.
Le puse el cascabel a la culata, mientras que con sus manos grasientas me dirigía hacia su tulipa, yo no tenía nada que envidiar a los espeques de cubierta y entre mis ganas y las suyas y el chapoteo del barco y del sebo, hubo una explosión sorda que fluyó hacia la sentina.
Será por la abstinencia, pero en la mar, siempre tengo otro proyectil en la recámara y no precisamente de pólvora mojada, así que la propuse otro ejercicio de tiro, pero ahora de avantcarga, así que mientras se amorraba al mástil, yo atacaba su línea de flotación, terminando en un pique de proa y un cuarto de derrota.
  1. Virtudes Torres Reply
    ¡¡¡ GUAU!!!
    ¡¡¡Super, super!!!
    Un saludo desde lejos (para no mancharme de grasa)
    • epifisis Reply
      Virtudes, no te tiene que importar el mancharte de grasa, para eso está la jacuzzi, ja ja.
      Un beso
  2. Ana U. Reply
    ¡Qué bien escribes, Epi! estupendo relato que yo necesitaré mañana coger el diccionario y repasar algunas palabras.
    Suerteeeee y beso.
    • epifisis Reply
      Ana, no mires mucho en el diccionario, me he tomado algunas libertades, eso sí, eran palabras que me sonaban muy eróticas.
      Un beso
  3. auro Reply
    Pero qué caña, digo qué cañón!!
    Aupa ahí!!
    Beso
    • epifisis Reply
      Auro, el sitio era un poco cutre pero es lo que tienen los deberes de Jams. De todas maneras como dice un amigo mío, en peores plazas hemos toreado.
      Un beso
  4. Blanca Oteiza Reply
    Cañón, cañón Epi. Muy chulo el relato.
    Un beso
    • epifisis Reply
      Blanca, un relato burlesco como todo lo pirata. Ja ja.
      Un beso
  5. Ines Z. López Reply
    No sé qué decir, estoy impresionada imaginando esa escena. Yo, como Ana, he tenido que buscar alguna palabra jajajaja
    Un beso, casto, por supuesto.
    • epifisis Reply
      Inés, si te pones a imaginar la escena, igual te pasa como a mi, que para situarme, nos embadurnamos mi mujer y yo con manteca del cocido.
      Un beso
  6. María Jesús Briones Reply
    JA, JA, JA!.. Reconocería un relato tuyo en un cañón,,, perdón he querido decir millón.
    Buen ejercicio para la risoterapia.
    • epifisis Reply
      No se porque dices eso María Jesús, si vengo de hacer unos ejercicios espirituales.
      Un beso
  7. Rafa Olivares Reply
    Si viviera Cela te plagiaba, seguro.
    Grande, Alejandro.
    • epifisis Reply
      Rafa, será la edad, pero cada día estoy más verderón.
      Un abrazo
  8. JOSÉ IGNACIO Reply
    ¿Se subió la cureña hasta la cintura y nos pusimos a holgar entre las gualderas? Jaja, Epífisis, creo que nos has alegrado la tarde… Abrazos. Abrazos otra vez, Jaja.
    • epifisis Reply
      José Ignacio, la cureña tiene un nombre erótico, pues a remangarla, ja ja.
      Un abrazo
  9. Ángel Saiz Mora Reply
    Un relato cañón, alimentado con la pólvora de una creatividad explosiva, valiente y rompedora; un texto que golpea estruendoso en el intelecto.
    Suerte y un abrazo, Epi
    • epifisis Reply
      Ángel, no se si que el “texto golpea estruendoso el intelecto”, es un piropo, pero me gusta.
      Un abrazo
  10. Rosy Val Reply
    Jajaja Epi, ya el título me saca un sonrisa.
    Después de utilizar el diccionario, he podido enterarme de los detalles, aunque el fondo lo he tenido muy claro, desde el principio. Sigue así, eres único.
    Un abrazo.
    • epifisis Reply
      Rosy, creo que estaba clarito lo que quería contar y para eso las mujeres sois mucho más listas.
      Un besazo
  11. Nicolás Megías Berdonce Reply
    Brutal relato Epifisis, me ha gustado bastante la escena que describes… Mucha suerte… Un abrazo…
    • epifisis Reply
      Gracias Nicolás, yo también me lo imaginé, ja ja.
      Un abrazo
  12. Belén Sáenz Reply
    Una pasión marinera muy bien narrada. Has elevado la temperatura bastantes grados en la nave, a ver si al final se te amotina la tripulación. Me ha gustado mucho, original y muy bien narrado.
    • epifisis Reply
      Belén, estamos en semana santa y solo se puede comer marisco, ja ja.
      Un beso
  13. auro Reply
    ¡Cómo eres!!!
    Beso.
    • epifisis Reply
      Es el mundo que me ha hecho así.
      Beso
  14. Ricardo Sanz Molpeceres Reply
    ¡Genial! ¿Pensando en Geena Davis, tal vez? Mucho sebo, digo, suerte!
    • epifisis Reply
      Ricardo, son tantas en las que pienso.
      Un abrazo y surte para ti.
  15. Towanda Reply
    Hola, Epi.
    Menuda pasión tan bien contada y tan bien traída a esta Semana Santa.
    Un abrazo y suertísima.
    • epifisis Reply
      Gracias Towanda, es por culpa del ayuno y la abstinencia.
      Besos
  16. Calamanda Nevado Reply
    Alejandro, has llevado esta historia con cautela y un rico vocabulario, ademas de con un tinte sensual muy bueno. Suerte y saludos
  17. Eva Reply
    Magistral, sin paños calientes (o sí). De lo que estoy segura es de que disfrutas (con todos los matices del verbo) tanto escribiendo tus relatos como nosotros leyéndolos.No te aplaudo porque tendría que quitarme los guantes e igual te parece una provocación, no te beso porque me estremece imaginar tal cosa, no sé que hacer contigo…¿desearte suerte?

sábado, 4 de abril de 2015

ESTA NOCHE TE CUENTO - 2015 - SHIBARI


                                                                                                          SHIBARI

 

 Siempre me gustó, que el tío que estaba entre mis muslos, me poseyera con fuerza y con pasión.


 
 
 Que me dijera en la oreja cosas guarras, me encanta y que me insultara y que yo como defensa, me debatiera en una lucha de brazos y piernas hasta quedar exhaustos entre las sábanas de seda.


 

Entré en el club Shibari, aleccionada por una amiga.

Cortinas rojas y una barra donde servía bebidas un tío con collar de cuero con cadena a la pared, desnudo salvo los correajes y un slip de piel negra.


 

Dos esbirros con máscaras me quitaron las ropas y me cargaron de cadenas y de una especie de cinturón de castidad, entré en la mazmorra en esta cárcel, estos hierros se me clavaban en la ingle, pero no fue nada, peor, cuando me colocaron en la cruz de San Andrés.


 

Me pusieron un separador de labios y apareció un tío con la cosa más bestial que yo había visto nunca y una palmeta, solo dije ahh.
 

 
 
 
 
 
 
Me desperté, cuando en la boca tenía dos dedos de la mano derecha y tres de la izquierda de mi dentista, mientras desde detrás de la mascarilla me decía, abre más.