viernes, 19 de julio de 2019

A PROPÓSITO DE UN CASO


                                                                            A PROPÓSITO DE UN CASO





La definición de vulva hoy día ha cambiado, comprende unos genitales femeninos de rostro lampiño, piel rosada, incólumes formas ovaladas y un tímido clítoris.


Dirijo una clínica de Cirugía Genital y Labioplastia  y no estoy de acuerdo, se lo digo a todas mis pacientes, las vulvas son siempre bonitas.



Hay vulvas pelirrojas o de un azabache ensortijado, con piercings o depiladas en variopintas formas geométricas, pulposas o de corte anguloso, simétricas o con cierta cojera lateral y clítoris hermosos o no.


Los medios, la moda y el porno tienden a separar unas vulvas buenas o bellas –rosadas con labios pequeños– y otras malas o poco atractivas».


Dicho esto, presento a este Congreso mi último caso clínico.
Entró en mi consulta una mujer caucásica, atractiva, de unos treinta y tantos años y nada más sentarse se echó a llorar. Dejé que se tranquilizara y me contó que estaban a punto de echarla del trabajo.
 En un club, toda las noches realizaba malabares diversos terminando su actuación con la introducción en su vagina de varias pelotas de ping pong que luego expulsaba con maestría.


 Últimamente notaba falta de fuerza y parecía más una gallina poniendo un huevo que un  cañón disparando.
Pasamos a la sala de exploración y la coloqué en posición ginecológica y al asomarme me di de bruces con los belfos del camello de Melchor.
Me puse el guante de látex e introduje dos dedos preguntándole si le hacía daño, me  sonrió y me dijo que hasta hacía  poco, era capaz de quitarme el guante con su musculatura vaginal.
Hubo que operar. Reforcé con anillos de músculo estriado las paredes y recorté con bisturí eléctrico las excrecencias de los labios menores.


Meses después, acudí una noche al club donde actuaba y me situé en la última fila, amparado en la oscuridad.
Estuvo espectacular y al final se quitó la braguita de lentejuelas, se introdujo las pelotas y disparó.
La que cogí al vuelo la observé a la luz de la vela, ponía
            “I LOVE, DOC “


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