sábado, 28 de enero de 2017

ENTC - FEBRERO - FERRERÍAS - 2017 - FORJA


epifisis  
                      
                                                                                            FORJA

Llegué a la ferrería de Compludo con el almuerzo para los hombres.


 

 Estaba oscuro y por delante del resplandor del fuego, se dibujaba la silueta de mi macho, sudoroso, al verme dejó de echar paletadas de hierro. Me acerqué y me abrazó enterrándome la cabeza en su pecho, nos besamos y sería el calor, nos pusimos verracos, se bajó el pantalón y cogiéndome en vilo, me penetró.


 
 
Al fondo, un compañero, movió los chimbos y dejó caer el agua sobre los álabes de la rueda y el mazo empezó a golpear con furia, acompañando el ruido a nuestras embestidas, me apoyó sobre el bancal y seguimos pon, pon, pon, pon, pon, mientras la escoria salpicaba de luz nuestros cuerpos.
 
 

 

domingo, 22 de enero de 2017

IX CONCURSO DE MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS 2017 - COHECHO DIOS MÍO

Palabras del mes de

Enero 2017

Decepción, cesta, puñetas, caducidad, tatuaje


                                                               COHECHO DIOS MÍO



Cuando recibí la cesta de Navidad, todo fue albricias y parabienes, el primer regalo como abogado, aunque fuera de aquel cliente mal encarado y con ese tatuaje de la calavera en la cabeza.


 
 
Me miraba fijamente y me decía que no me preocupara, que era inocente y los que le habían denunciado se iban a arrepentir, mientras crujía los dedos, así que conseguí librarle de la cárcel.
Ya me dio mala espina cuando los demandantes sufrieron un accidente de tráfico y el fiscal apareció ahorcado de sus puñetas en el baño del Juzgado, pero el deber es el deber.

 Cuando rompí el celofán y fui colocando los productos en la mesa, la decepción fue en aumento, todas las fechas de caducidad eran de cuatro años para atrás y el jamón tenía un cierto olor a podrido.

martes, 3 de enero de 2017

SOY AILUROFÍLICO - ESTA NOCHE TE CUENTO - 2017


                     
 
                                                               SOY  AILUROFÍLICO





 

Oigo un ligero maullido, seguido de un ronroneo que me electriza, me dirijo al dormitorio, abro la puerta y me quedo en el quicio, admirándola.
 
 
 

Mi gata está encima del edredón, acicalándose las uñas, con un bufido, hace que me acerque y coloque un bol con champán a su vera, del que a lengüetazos lo vacía, eleva su cabecita, me mira y cierra sus ojos verdes, me atrae y empieza a rasgarme el pijama de seda con sus garras y dientes.
 
 
 

Me desnuda y empujándome, me tumba, se sube encima y frota su tripa peluda con la mía, marcando territorio y acerca su lengua a mi miembro, los dientecillos mordisquean mi escroto y me agarro al edredón para no caerme.
 
 
 

Sube y baja por mi cuerpo, me tira el champán por encima, me escuece y me gusta, no me da tregua, me araña, ya no puedo más, la agarro por el lomo.
 
 
 

Ahora soy yo el que bufa, Perla se da la vuelta y se me ofrece, terminamos y nos limpiamos a lametazos, arrullándonos y frotando nuestros cuerpos entramos en un sopor reparador.
 
 
 

Se incorpora, deja deslizarse por su cuerpo el disfraz de tigresa, se viste y saca la bacaladera.
 
 
 
 
 
 

domingo, 1 de enero de 2017

WACO - WACO ESTA NOCHE TE CUENTO

                                                                   WACO WACO




                                                                         Testamento Ológrafo




Dejo a mis hermanos en Extremadura, lo que me corresponda de la dehesa de Padre, que espero que a la presente, se encuentre bien de salud.

 
Si consigo escapar, intentaré volver.
 
 
En mala hora leí en aquella revista de Selecciones de Readers Digest, la oferta para emigrar a Texas, mil acres de terreno, casa con porche, vacas y caballo gratis y además la posibilidad de boda, pues hay muchas mujeres jóvenes, guapas y casaderas.
 
 
Se admite la poligamia, ¡JA!, me casaron con una jaca, por grande, que me arreaba y me tenía todo el día trabajando. Se acostó dos veces conmigo y me cambió por el líder de la secta, que era, el único polígamo.
 
 
Intenté el acercamiento a otras mujeres pero en cuanto me veían, me tiraban cosas y se reían. Como eran promiscuos, me usaron varios de los integrantes del poder establecido, que eran los más fuertes, desde entonces tengo las almorranas a flor de piel.
 
   
                                                                       Hace unos días, nos atacó el FBI y se cargaron a unos cuantos, incluida mi parienta. Estamos rodeados y como me aburro, hoy he encendido la chimenea, ya parece que huele a carne asada, como choricillos parrill………..
 

jueves, 3 de noviembre de 2016

GANADOR DEL MONSTRUOCOPIO ENTC 2016 FOTO CALAVERAS, MÚSICA GREGORIANA Y RELATO DE LA MOMIA (EPI )

Monstruoscopio 3             


 
 
 






LA MOMIA:  POR FIN SOY TUYO ETERNAMENTE
Haced el bien y tendréis la eternidad para estar en el Paraíso. ¡Y un pezón de teta novicia!, llevo dos lustros y un día oyendo la monserga de los vivos de arriba.
Esto es un sin vivir, huy que gracioso soy, nona, vísperas, completas y vuelta a empezar, maitines y laudes.  ¡Socorroooo!, demonio,  llévame contigo al infierno, alguna abadesa buenorra habrá.
Cantan fatal y me retumba  en la bóveda craneal y encima esto, veintiocho frailes juntos y el Benito, trucha total, que se ponía toca alada por la noche me lo han colocado detrás, me ha hincado el colmillo en la tonsura. Antes estaba por mis huesos, ahora más.
Se frota conmigo y produce un fuego fatuo, azulado, precioso. Tócame los maitines, porfita.

NOCTÁMBULA:  EXPIACIÓN.
Tan solo un calcáreo espacio de calavereas vacías. Sin sonido. Solo tal vez el aire que atraviesa el muro por sus oquedades. Y sin embargo, para Jacinto, el estrenado monje, representaba el motivo de haber tomado los hábitos tan tardíamente: allí depositadas, estaban las vidas de otros.
El padre Prior, único conocedor de su historia, había ordenado que fuera él, y no otro, el que cuidara del osario. De esa forma el novicio, en las angostas paredes de la celda conventual, expiaría su culpa, cuando en la noche esa imagen de huesos se presentara ante él, recordándole que todos aquellos que por su mano sangrienta habían muerto, ya no podrían ser para el monje otra cosa que fantasmas, remordimiento e infierno terrenal.


  1. María Elejoste (Mel) Reply
    mensaje de Mefistófeles desde los infiernos abisales a La Momia:
    ¡Caramba Momia! Un relato genial, digno del enorme esfuerzo que tuve que realizar para obtener la imagen. Primero convenciéndoles para que se dejaran hacer -aún respiraban- y luego para que ninguno se moviera mientras sacaba la instantánea. No ha sido en vano. A ver si nos sale una Noctámbula marchosa que dé más calor al fuego eterno.
    Mefis.
  2. María Elejoste (Mel) Reply
    mensaje de La Momia a Mefistófeles
    Querido y odiado Mefistófeles, así que mi amigo fraile del relato te invoca para irse contigo al averno y tú, que eres más malo que la quina le pones al Benito detrás.
    Pues entérate, la noctámbula ha quedado conmigo, dice que soy un momio.
    La Momia
  3. Jesús Garabato Rodríguez Reply
    ¿Pero esto qué es? ¿Un pudridero o el paraiso subterrenal?
  4. María Elejoste (Mel) Reply
    Sí, sí, esto.empieza a apestar…
  5. Paloma Casado Reply
    Hasta con esa imagen tan truculenta se pueden escribir cosas tan descacharrantes: “Antes estaba por mis huesos, ahora más” genial.
  6. Cristóbal Peña Relaño Reply
    ¡¡Qué bueno, por favor!!…,jajajaja..,para morirse de la risa…, a falta de una “abadesa buenorra”, no queda más que conformarse..jajaja…, ay! ese fuego fatuo.., maravilloso texto.
  7. Ángel Saiz Mora Reply
    Y a eso le llaman la paz eterna, con tanta actividad. Nunca son las cosas como nos las cuentan, hay que verlas por nosotros mismos.
    Esto sí que es humor negro.
  8. M.Carme Marí Reply
    ¡Qué bueno!
    El pobre tiene motivos para quejarse, si además tiene un colmillo en la tonsura…
    Precioso texto, fuego fátuo incluído.
    (creo que sé quién eres, jeje – cuando se descubran los nombres, veremos si acierto 😉
    Un beso!
  9. María Elejoste (Mel) Reply
    Mensaje de La Momia Para M.Carme Mari,
    por favor dímelo, porque llevo tantos siglos vendada que no se si soy mujer u hombre. Espero impaciente a Noctámbula para que me desenrede.
    Beso fétido
  10. María Elejoste (Mel) Reply
    De momia para Noctámbula:
    Por tu fabuloso relato, intuyo en ti una sensibilidad especial, dulce y morbosa.
    Anhelada Noctámbula, tu nombre llena mis sueños de inquietas imágenes, únete a mi y deslíame. No hagas caso de Mefistófeles, es un flojo.
  11. Mariángeles Abelli Bonardi Reply
    Para LA MOMIA: muy bien descripto ese convivir que es un sinvivir que le retumba a la pobre calavera en la bóveda del cráneo. Salvando las distancias, este asunto de tener que aguantar ese corito de voces desafinadas me retrotrae a mi propia situación con mis vecinos del piso de arriba, tan “silenciosos” ellos…
    La imagen del Benito con toca alada es muuuy graciosa…
    ¡Muy buen micro, me encantó!
  12. Mariángeles Abelli Bonardi Reply
    Para NOCTÁMBULA: El hábito no hace al monje, y este micro lo prueba a las claras. ¿Expiará realmente sus culpas el tal Jacinto? Más bien yo creo que se siente a gusto allí…
    Como dice el dicho, a cada santo le llega su San Martín.
    Muy buen micro; me gustó.
  13. María Elejoste (Mel) Reply
    Noctámbula a La Momia
    Querida Momia, con esa sensibilidad tan especial, que dices debo tener, solo puedo cantarte al oído, en medio de la noche oscura.
    Lía con tus brazos, un nudo de dos lazos
    que me ate a tu pecho, amor.
    lía con tus besos la parte de mis sesos
    que manda en mi corazón.
  14. María Elejoste (Mel) Reply
    De Momia a Noctámbula:
    Fíjate Noc, que creo conocerte, una persona sensible, que sabe muchas canciones y que pone las letras enteras.
    El problema sigue siendo que desconozco mi género, para un acercamiento, bueno, hoy día, no, hoy noche, es más moderno no hacer distingos. Total, solo nos queda la eternidad.
    Beso pútrido, tu momia

ATOCHA,1918 - Ganador del IV Concurso de Relatos Hiperbreves ma non troppo "La Siguiente la Pago Yo"


                                                                            ATOCHA, 1918
Creo que soy expósito y no sé la edad que tengo, ejercí de soguilla en el embarcadero y en la glorieta, peleándome a diario con los mozos de cuerda y con los municipales, que me corrían a porrazos.


 Aunque renco, doy gracias por lo que me pasó en la estación de Mediodía.

Dormitaba una tarde en el andén, encima de un carretón, pues estaban en huelga los mozos, cuando un bastón se me clavó en el abdomen, un petimetre me miraba desde lo alto y me obligó a llevar un baúl enorme rematado en los bordes con metal.


Al subirlo con la soga y por las prisas se me resbaló y me rompió la rodilla, sacándola de su sitio.



Mientras gritaba de dolor, el lechuguino me golpeaba con el bastón y me hubiera matado de no ser por la intervención de una monja que se interpuso y que con la ayuda de otra me llevaron al Hospital.



El de los huesos me recompuso como pudo, me escayolaron y pasé a una nave enorme con un biombo alrededor.

Vino la monja con una palangana y se sentó a mi vera, era joven y guapa, con una toca alada blanca y que me sonreía. Empezó a quitarme la ropa y yo me resistía, me acarició, nadie lo había hecho antes, me dejé. Me pasó la esponja por todo el cuerpo, tuve una erección y ella se puso como un tomate, yo me tapé con la sábana.

Cuando pudo me llevó a un cuartucho del sótano, donde dormía y me enseñó a amar y a ser amado, aprendí a leer y a arreglar los cadáveres y así entré en la profesión.


Durante dos años trabajé con un fotógrafo de Embajadores en la realización de fotografías postmorten y acudíamos a domicilios y creábamos situaciones normales como comer, leer con el muerto, si era niño, jugando y los familiares alrededor. Arreglaba los muertos del Hospital para su enterramiento.



Con tantos fallecimientos por la gripe, esas fotos han pasado de moda.

El olor entra por la nariz, ojos y boca y te hace llorar, aunque lleves años haciendo lo mismo.

 Al abrir el arcón de mármol, la vaharada de formol te golpea la cara, te das la vuelta y coges el siguiente cadáver de la carretilla, que has traído del sótano del Hospital de Sabatini.

Están magros de carne, la epidemia de gripe deja a todos por igual y cuesta meterlos en la pila pues está a rebosar y se enganchan los miembros de unos con otros, empujo con las manos y a veces con el pie.


No se quejarán los estudiantes del Colegio de Cirugía de San Carlos, hasta el año pasado, se peleaban por los restos y a veces había que trocearlos, los legales, procedentes de la justicia, pocos y los íntegros escasos.







Al embalsamar un cadáver reconocí al petimetre en él, el recuerdo me cegó, con el escalpelo le corté los genitales y forzándole la boca rompiéndole varios dientes se los introduje en ella y lo  devolví  al velatorio tal cual.

Cuando me llevaban los alguaciles, mi ángel alado lloraba en silencio.