viernes, 21 de diciembre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - PÁNICO

                                                                               PÁNICO




-No, claro que no queremos hacerte daño, pequeño. Decía el hombre enorme, malencarado, de unos cincuenta años, llevando a rastras al niño, mientras el más joven iba abriendo puertas a su paso.



      
 
Se agarraba a la jamba y ahí la procesión se enlentecía, pues la fuerza del hombretón no era suficiente para despegarle, además los gritos le estaban poniendo más nervioso de la cuenta.                               
 
 
 
El otro, tenía que ir separando dedo a dedo, hasta que quedaba unido por el meñique y entonces,      salían despedidos.Se sentó el aprendiz, sujetándole los brazos por detrás.                                          
-"Coño,es un diente de leche.                                                                                                                 
 
 
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RELATOS EN CADENA SER - 2012 - SORPRESA




                                                                             SORPRESA


No, claro que no queremos, me dijeron las dos jóvenes prostitutas al unísono, mientras se apartaban de la ventanilla del coche.- "Menudo pico fresco", aseguró la rubia de bote, mientras se cubría con el abrigo atigrado el cuerpo entero, que me había enseñado hasta los más oscuros recovecos.





Pero si en algo soy bueno es en mi tozudez y tras un regateo me las llevé al apartamento.
-"¿Francés, griego,trío?.- dijo una.
Ya puesto, trío, me crecí yo.



En la cama, la morena se bajó la braguita y un OH enorme se me escapó de la boca y dije:
"Ya puestos"

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - INDECISIÓN

                                                                      



                                                                         INDECISIÓN


No, claro que no queremos. La voz, inusualmente muy alta, había reverberado en todos los rincones de la coqueta ermita y terminado en un  emos....emos....lejano.





El sacerdote, muy nervioso, agarrándose las vestimentas litúrgicas para no caerse, bajó los tres escalones que le separaban de los contrayentes y metiendo la cabeza entre ellos, les susurró.-¿Por qué?.
La música terminó en una nota discordante.





Los asistentes a la celebración se incorporaron, alguno se despertó, atentos todos a lo que estaba pasando.
Subió el cura al altar y cogiendo el micro se volvió, diciendo:
"Colorín colorado, este cuento se ha acabado".





 
 
 

jueves, 13 de diciembre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - MODISTILLAS

                                    MODISTILLAS





Con cuidado para que no se les caigan los alfileres, las cuatro amigas levantan sus palmas, después de posarlas en la pila de San Antonio de la Florida. Gritan alborozadas pues llevan prendidos unos cuantos, salvo Almudena, que enseña una gota de sangre que restaña con su lengua.






 


Cruzan las vías y atravesando la Rosaleda, se dirigen empujándose a la ciudad y al llegar a Altamirano, donde está la carbonería, se callan porque sale un mozo tiznado en camiseta, limpiándose las manos con un trapo sucio y sonriéndolas dice -Almu, guapa.





Pasan y ella se vuelve, cerrando los ojos. Se echan a correr, mira su mano y brota otra gota.



 

jueves, 6 de diciembre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - INOCENCIA


                                           INOCENCIA

 

 

Antes de que vuelva, papá sale de la habitación de Paqui y me encuentra en la cocina viendo a los payasos de la tele, me despeina con una mano, mientras con la otra se remete la camisa en el pantalón.
 

Antes de que vuelva, Paqui sale con una sonrisa de oreja a oreja, me toma en brazos y se pone a bailar, besándome  y abrazándome,  con mis nueve años noto sus pechos duros como piedras.
 

Antes de que vuelva, los he visto desnudos, por una rendija, susurrando cochinadas y los he grabado con mi móvil.
 

Cuando vuelva mamá, le diré, mira, ya sé grabar bien.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

BODEGAS AZPILICUETA - POR EL AMOR AL VINO - CONCURSO DE MICRORRELATOS - 2012 - REUNIÓN DE TRABAJO


                                REUNIÓN DE TRABAJO
 

 

-Llevamos tres horas discutiendo y aunque hemos comido bien, aquí no estamos por amor al trabajo. Dice la Brand Director repantigándose y al hacerlo deslizarse hasta chocar con la fotocopiadora que empieza a emitir hojas como una máquina tragaperras.
 

La Marketing Manager se echa a reír y gira en su sillón de cuero de cinco ruedas -Aquí estamos para leer este montón de micros y llevamos solo la mitad. Toma de la mesa un relato y comenta: -Mira, mira, éste habla del néctar de los dioses y no sé qué de los romanos, ja, ja.
 

La Manager Communicación, empujando con el culo su sillón, dice : - Chicas, estoy un poco piripi y ya no sé ni cuantas palabras eran. Tacones fuera.

Se suben a la mesa y lanzando al aire el paquete de relatos, la jefa coge uno al vuelo y gritan al unísono - "POR AMOR AL VINO"

sábado, 1 de diciembre de 2012

ESTA NOCHE TE CUENTO - 2012 - DICIEMBRE - SANTOS INOCENTES


                                                                                  SANTOS INOCENTES
 

 

Aquella Navidad, de niño con 12 años, fui consciente de mi erección en la cama con Paqui , poco mayor que yo y que me cuidaba desde hacía cinco años. Ella se dio cuenta y con sus manos debajo de mi ropa, hizo  que un flujo cálido mojara mi pijama. Me abrazó hasta que mis jadeos pararon y se echó a reír.

Llevó mi mano entre sus piernas y sujetándola con las suyas asistí al primer orgasmo femenino, que me impactó, pues mirándola a los ojos, pensé que se moría.
 

En cuanto podíamos, nos encamábamos y  las risas  y los toqueteos, terminaban en jadeos y abrazos que duraban siestas enteras.

Algo se olió mi madre, porque nos prohibió los juegos en la cama.

Desde entonces me hice un chico raro, no salía, suspendía, no quería ir al pueblo y aprovechábamos  todos los momentos para besarnos, acariciarnos y jurarnos fidelidad.

Y no fue hasta la muerte de mi madre, cuando compramos un dormitorio grande para nosotros, dejábamos abierta la puerta y nos perseguíamos por toda la casa, desnudos, riendo sin parar.
 

Yo estoy soltero, no por mi madre sino por ella.

Enredando mi dedo en su vello púbico, le propuse matrimonio.

viernes, 30 de noviembre de 2012

NECROFILIA - TERROR - 2012 - NOVIEMBRE


 
                                   necrofilia
                                                            

Año 1973, Facultad de Medicina, mi primera práctica en la asignatura de Anatomía Humana, me iba a marcar de por vida y por eso estoy todavía en la cárcel, catorce años después.
 
Primero nos llevaron por el museo de los horrores que tiene la cátedra, el bedel de nombre Aurelio, una persona mayor, enjuta y ligeramente encorvada que nos precedía por los pasillos, encendiendo unas pobres luces y haciendo ruido con el gran manojo de llaves.
 

Llegó a una puerta negra y con una llave herrumbrosa la abrió, entró y con la mano bajó una palanca e inmediatamente se fueron encendiendo unos fluorescentes hasta dejar iluminado un recinto enorme con grandes vitrinas y armarios de madera como de otra época.
 

Empezamos a pasear entre los expositores y a izquierda y derecha, grandes frascos llenos de un líquido amarillento y turbio dejaban ver cabezas cortadas por la mitad, apreciándose el cerebro, los dientes y la lengua en una mueca de asco y terror.
 

Otros frascos de diversos tamaños con fetos en diferente momento de evolución, con sus posturas encogidas y el cordón umbilical como el cable de los astronautas, que a veces por las irisaciones del líquido y la iluminación parecían moverse.
 

Yo me iba encogiendo según avanzaba por el pasillo y al dar la vuelta , en una especie de rotonda estaban los abortos monstruosos, con dos cabezas, varios miembros, parte de un cuerpo que emerge de otro y una cabeza de un bebé precioso al que le faltaba la calota craneal dejando ver las circunvalaciones cerebrales.
 

Me apoyé en el lateral de una de las vitrinas medio mareada y entre dos compañeros me llevaron a una bancada de madera y siguieron su paseo.

Cuando me estaba recuperando, levanté mis ojos y en el cristal de enfrente me vi con los brazos apoyados en mi falda y tras mi imagen que se fue difuminando, empezó a definirse una multitud de tarros grandes con penes y testículos de diversos tamaños y formas que flotaban libremente. Me doy la vuelta asqueada y a mi espalda troncos de mujer cortados longitudinalmente, dejando ver los labios, vaginas y úteros, uno de ellos con un pequeño embrión.

Me levanté con la intención de huir de allí, pero me tropecé con algo y caí, perdiendo la consciencia.
 
 

No sé cuánto tiempo pasó, pero al abrir los ojos una especie de sábana dejaba entrever una luz a su través. Me quise tocar la nuca porque me dolía pero unas cuerdas o bandas en mis muñecas me lo impidieron. Notaba frío en el cuerpo y la sensación de estar desnuda y encima de una mesa de mármol, además creo que me había orinado. Las piernas, abiertas tampoco podía moverlas.

Al rato, noté como alguien me tocaba a través de la tela, como me pellizcaba los pezones e introducía algo en mi. Grité cuanto pude, pero una mano me tapó la boca y una sombra se acercó a mi oreja y me susurró - Estás sola, les he dicho que como te encontrabas mal te habías ido, nadie sabía tu nombre.

Se deslizó la sábana hacia abajo y apareció ante mí el bedel, que introduciéndome una gasa en la boca, se retiró hacia una mesa auxiliar y mientras caminaba pude levantar un poco la cabeza y ver que estaba desnudo. Puso un LP en un tocadiscos y empezó a cantar Alice Cooper la canción "I live the dead" y dándose la vuelta y bailando se acercaba a mi balanceando su pene enhiesto de un lado a otro.

- No te preocupes querida. Me dijo al oído.- Me gustarás más cuando estés muerta, ahora solo voy a jugar contigo.
 

Ahogándome e intentando escapar, no dejaba de moverme y él de tocarme y pegarme. Acercó una mesa con ruedas y de un tarro de cristal sacó un pene enorme y verdoso que me introdujo lo que pudo a pesar de mi resistencia y lo dejó dentro. Yo notaba como los fluidos me resbalaban por los muslos y él se reía.

Cogió un bisturí y con suavidad me lo pasaba por todo el cuerpo, no sentía dolor pero sí notaba como la sangre caliente huía de mi ser.

Tres días me tuvo así, atada, sin comer ni beber y haciendo lo que se le ocurría con mi cuerpo, venía a deshora y yo no podía saber si era de noche o de día.

Una vez me dejó un feto abortivo sin media cabeza, maloliente, al lado de la mía, cuando se fue conseguí empujarlo fuera de la mesa de mármol y sonó en el suelo como un golpe seco que me desgarró el corazón. Deseaba morir, no quería continuar sufriendo el maltrato de ese monstruo y pensar lo que me deparaba el futuro me producía un terror indescriptible.
 

Decidí intentar provocarle para que me matara y así terminar mi agonía y en cuanto apareció, me puse a insultarlo con las peores palabras que acudían a mi mente.

Se echó a reír y tomando el bisturí se dedicó a cortarme, pero esta vez yo me revolvía e intentaba desestabilizarle y en un momento y sin que él se diera cuenta dio un tajo a la banda de mi muñeca derecha, disimulé y en un descuido mi mano asió un botador que introduje por su ojo izquierdo hasta el mango. Cayó hacia atrás y entró en convulsión.
 

Me incorporé y cogiendo el bisturí me liberé del resto y me dejé caer al suelo, sin fuerzas por la pérdida de sangre y la inanición.
 
 
 
 

Repté hacia la bestia que seguía convulsionando, saqué el botador de la órbita y un chorro de sangre me cayó en la cara. Bebí y me lavé en una pila y volviendo donde estaba le até con esparadrapos después de desnudarlo.

Con su ojo sano me miraba con terror y lo cerraba fuertemente, así que con el bisturí le rebané los párpados, quería que me viera todo el rato.

Le fui desollando con paciencia y delicadeza durante horas y al llegar a sus órganos se los extirpé, dejando que se desangrara lentamente.
 

Nos encontraron horas después, uno al lado del otro, él con su pene en la boca y el ojo fijo en mi.

Me curaron, me hicieron múltiples estudios psicológicos y psiquiátricos y me condenaron a 15 años, pues en ningún momento me arrepentí de lo que había hecho.

 

 

 

viernes, 16 de noviembre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - PÁJARO DE MAL AGÜERO


                                                         Pájaro de mal agüero

 

 
 
- Déjala, a ella, que sea pájaro de mal agüero no le importa, pero a ti sí. Comenta mientras bebe, a su amigo.- El otro día sin ir más lejos, el primer gatillazo de tu vida, tú, un dechado de virilidad.
 

- Se confundió de nombre, solo eso, pero en el momento justo. Dice con los sentidos un poco embotados.

- Y el otro día, en el coche al salir ella, otro se llevó la puerta, qué te parece. Asevera.
 

- Ya y también me han echado del trabajo, se han muerto mis padres, me han embargado el piso, vale. Una mala racha la tiene cualquiera.

 

domingo, 11 de noviembre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - MUERTE DE UN TAXISTA


                                                            MUERTE DE UN TAXISTA

Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto y al hacerlo los hilos de oro se deforman perforando los orbiculares de los labios. Cuando los hilos atraviesan los implantes de silicona, explotan, retrayéndose la boca en una mueca horrible. 
 Saca un espejo, se mira y grita.
 

Por los pequeños orificios de los labios, sale una sustancia lechosa que le recuerda al ácido hialurónico puesto años atrás.

Una pitada perfora sus tímpanos, levanta la mirada y observa a un taxista, que le dice -Vamos , guapa, deja de pintarte y sube.
 

Y sacando una lima de uñas metálica e introduciéndose por la ventanilla, la clavó repetidamente en la cara.

domingo, 4 de noviembre de 2012

HISTORIA DE UNA BARBA - 04.11.2012

                                                    BARBA

Tanto tiempo para que la barba fuera florida y tan poco para desaparecer por el sumidero del lavabo.

viernes, 26 de octubre de 2012

RELATOS EN CADENA SER - 2012 - PRIMERA VEZ


                                              
                     
                              primera vez
                                                                                                                                                         

 

-A la cola, como todo el mundo. Dijo la prostituta apoyada en la tapia del cementerio.

-Pero es que yo, es mi primera vez. Agachó la cabeza y se colocó al final de la larga fila que ondulaba hasta la verja de la salida.

Se volvieron varios y se echaron a reír.
 

Se quitó la gorra y dándola  vueltas en sus manos miraba asombrado el quehacer de las diferentes mujeres que en el muro tenían su chiringuito, una silla, una mesa con una palangana y unos trapos de un color indefinido.
 

Unos eran lavados y lo hacían con las mujeres apoyadas en las mesas y los faldones arremangados, otros,  simplemente eran aliviados con la mano experta de la meretriz y los menos, con la boca.
 

La rapidez era la tónica y veía con terror como la cola avanzaba inexorablemente y al llegar su turno, se miró el pantalón  y dijo:

-Perdone  señora, ya no hace falta.

I CERTAMEN DE MICRORRELATOS "CARDENAL MENDOZA" - 2012 - ESPAÑA - NEGRAL


                                           NEGRAL

En mi tierra, Extremadura, a los moratones, moretones o cardenales los llamamos negrales, pero los que yo llevo en este momento, tendrían problemas en nombrar en cónclave  a un Papa.
 

Me habían regalado una botella de buen brandy jerezano y uno de mis mayores placeres era introducirme en mi bañera redonda con una copa, música lentorra y geles relajantes y si pudiese ser con una mujer, mejor que mejor.

Llamé a una amiga, divorciada como yo y dispuesta siempre a un polvete, como yo, y en media hora estábamos los dos con nuestras copas tipo bouquet, cumpliditas y bailando " je t'aime moi non plus ".
 

Mientras se llenaba la redonda, eché el frasco entero de gel y como tarda tanto, la que se vaciaba era la del brandy.

Nos dirigimos los dos, achispadillos  y nos medio desnudamos uno al otro, yo como un berraco en celo y al introducirnos, sería por la cogorza, sería por el gel deslizante o por las ganas, el caso es, que empezamos a girar como en una atracción de feria y salí despedido hacia la tele de plasma, mientras veía el horror en la cara de ella.
 

Tratamiento recomendado: Un mes sin sexo.

jueves, 25 de octubre de 2012

XIX CERTAMEN LITERARIO PARA PERSONAS MAYORES "EXPERIENCIA Y VIDA" - ESPAÑA - 2012 - UNIVERSITARIO SESENTÓN


                   UNIVERSITARIO SESENTÓN
 

 

Por fin hay un concurso literario en el que cumplo con los requisitos, aunque sea por poco, acabo de cumplir sesenta años, me parece un puntazo y mola mazo. Hablo así porque soy universitario, he retomado la carrera de Derecho que tenía aparcada.
 

Donde esté una madurez sosegada y sesuda que se quite la juventud intranquila y sexuada.

 Pura envidia, lo reconozco.

En el 69 empecé medicina en la Complutense y eran otros años y eso, pero había un respeto hacia los profesores y sobre todo a los grises que ni te cuento. El roce hace el cariño.
 

 La educación que recibimos en el colegio marca, sobre todo si te daba el profesor de turno con el cepillo de borrar el encerado o con el artilugio del demonio que usaban los maristas, la Chasca, que era como una pinza de madera, más grande y que hacía un ruido seco y según eran los toques en intensidad y número significaba una cosa u otra, que si de pie, que si sentados, recreo etc.
 

El colegio de los años sesenta era la selva en la que nos sumergíamos la juventud de aquella época, solos, sin el apoyo de la familia ya que ni mi padre ni mi madre acudieron nunca a preguntar que qué tal me iba. Si veías a algún padre esperando ver al director, ya sabías que habría un expulsado o dos.

Las injusticias que se cometían en el colegio no salían del ámbito escolar pues se corría el peligro de que en casa te cayera otra de tu padre ya que siempre decían que seguro que era merecido y que poco había sido el castigo, que por él hubiera sido mayor.

Y eso que lo que mis ojos han visto me recordaban las torturas que infringieron los japos en la segunda guerra mundial a los americanos.

He visto levitar a un compañero de clase solo sujeto por las patillas, a otro, un cura le acarició suavemente las dos mejillas para descargar las dos manazas a la vez con un golpe seco. Y que decir de la regla de madera de cincuenta centímetros, maciza, que caía con dureza sobre uñas o sobre las palmas abiertas y si las retirabas aumentaba en número y fuerza.
 

Pero dentro de los castigos corporales que soportábamos, el que yo consideraba peor era el del silbato contra la cabeza en plan capón, porque además del chichón que se producía casi de inmediato, se notaba en el paladar como un sabor metálico y a sangre al pasar la lengua.

Hoy en día el escolar es sagrado, es no solamente intocable sino que se permite el lujo de amenazar al profesorado con un se lo digo a mi padre o madre, que acuden indignados al director o a veces a la prensa o a televisiones locales.

En las casas de mi tiempo, como casi todas las familias eran numerosas por los puntos que era lo que aumentaba el magro sueldo de nuestros padres, lo normal era el hacinamiento. Yo por ejemplo, en un cuarto que la cama era la mitad del mueble librería que se tenía que abrir por las noches, que si extendía los brazos tocaba los extremos de la habitación y que la mesa de estudio era de libro que se plegaba de vez en cuando de improviso arrastrando lo que tenías encima, al suelo.
 

Yo tengo cuatro hermanas y el baño era semanal y con la misma agua, así que cuando me tocaba a mí que era siempre el último había como una nata negruzca que manchaba el límite entre el agua y la bañera. Un día sin saberlo, me sequé la cara con un pañito como de fieltro rojo muy suave que luego me enteré para lo que servía cuando mis hermanas y mi madre se cachondearon de mí.

Igualito que hoy en día, que los niños tienen en su cuarto, que es individual, televisión, ordenador, móviles varios, consolas de juegos, camas que se ven y que te puedes echar siempre que te apetezca y a veces hasta baño particular. Pura envidia, lo reconozco.

Y en la facultad ya ni te cuento las diferencias entre el año 1969 y el actual de 2012 que es cuando estoy cursando segundo de Derecho, en la Universidad Complutense de Madrid.
 

 Y eso que el hall sigue igual que cuando en mi época acudíamos a las fiestas universitarias del fin de semana, que por un módico precio teníamos barra libre y así recaudar dinero para el viaje de fin de carrera, único de toda la vida estudiantil que a veces ni siquiera era posible acudir por falta de idems.

Hoy el universitario ha realizado por lo menos el viaje al ser destetado, el de entrar en párvulos, el de primaria, el de secundaria, el de bachiller, el de entrar en la universidad, el del paso del ecuador. Yo por ejemplo no supe de la existencia del mar hasta la mayoría de edad, me imagino que para que no tuviera la curiosidad de conocerlo.

Otra de las injusticias que he callado durante años y que nos separa de los universitarios de hoy día era el servicio militar obligatorio para los chicos y el servicio social de las chicas. Hemos sufrido mucho.
 

En la Facultad de Medicina en la fachada, hay agujeros de bala de cuando la guerra civil española y el catedrático de cualquier asignatura era como un Dios al que acompañaban sus acólitos en procesión y por detrás a más o menos pasos de distancia según el grado de escalafón en la cátedra.

En Derecho, todavía no conozco a ninguno y las clases son de cuarenta o menos, antes lo mínimo eran quinientos. Entramos en selectivo de Medicina el año de 1969 dos mil y pasamos a segundo quinientos.

Había clases magistrales del cátedro y si eran buenas se le aplaudía y a veces ibas a otras facultades a escuchar por el simple placer de aprender.
 
 Hoy los estudiantes entran cuando quieren e interrumpen al profesor, se van si les apetece en mitad de la clase, usan el móvil todo el rato con el wasarraf de las narices, tienen  un portátil pequeño con el que juegan, atienden, hablan con el que está al lado y si tienen pareja hasta se besan y se meten mano. Pura envidia lo reconozco.

Y que decir de mí, pues que soy como un bicho raro, que me llaman de usted, que a veces cuando entro en una clase se pone de pie el profesor. He tardado dos meses en configurar mi estumail y aun hoy día me falla a veces. El campus virtual existe porque lo he visto pero no soy capaz de subir ningún archivo. Les llevo los trabajos a los profesores en mano, soy el único, pero me dejan, yo creo que por la edad. Una profesora impelida por la piedad me dijo que si quería nos podíamos twittear y yo que no sabía lo que era eso la comenté que prefería de usted, antes que tutearnos.

 

Entre clase y clase, en el recreo se tumban en el césped y yo creo que se aman y todo, algunos juegan al fútbol y ni miran. Creo que quieren que juegue con ellos porque me dan balonazos en la espalda como para llamarme la atención. Otro día me empujaron y me metieron entre los pies un skate de esos y casi me mato, pero conseguí avanzar varios metros braceando y perdiendo todas las fotocopias que llevaba en mi cartera de cuero.
 

Esta es mi vida en la Universidad y encima no puedo ir de orgasmus ese, porque mi mujer me lo ha prohibido, además mis hijas no me dejan que las lleve a la facu, ni quieren que sus compañeros me vean.

No ligo nada y parezco un viejo verde, pues se me queda la boca abierta cuando veo a esas jovencitas con los pantaloncitos cortos y en tirantes.

Pura envidia, lo reconozco.
 

Este año no voy a tener regalos de reyes como suspenda.