CEREZA EN TU BOCA
Aquella tarde, la
última paciente me causó una grata impresión. Joven, guapa y una falda muy
corta.
Era su primera visita y
sus labios perfilados de un rojo intenso me recordaron a la picota del Jerte y
se lo comenté.
-
Qué casualidad, de Navaconcejo soy – me
dijo.
Le indiqué que se los
limpiara, se inclinó y al hacerlo me mostró el inicio de unos pechos en su escote.
Me dijo su nombre, que
no hace al caso y lo que le pasaba, un dolor en un molar superior izquierdo.
Con los mandos, incliné el sillón y adecué el cabecero para que estuviera
cómoda, el tacto de su pelo me enervó y me demoré más de lo debido en soltarlo,
notaba su brazo en mi pierna.
Abrí su boca y sus
labios me quemaron los dedos, me acerqué a su cabeza y olí su perfumé que me
embriagó más de lo que ya estaba.
El
incisivo central tenía una mancha de carmín, como si hubiera mordido un fruto.
Le comenté lo que tenía y que su boca era de las más bonitas que yo había visto
nunca.
Me sonrió y frunció sus
labios como un pico colorado y la besé.
Jó con la primavera. Esto del sexo virtual, MOLA¡
ResponderEliminarDe virtual nada, verídico como la vida misma. Mola mazo.
ResponderEliminarGenial Epifisis. Huele de nuevo a premio.
ResponderEliminarUn saludo.
De uno que tenía hace meses sin destino, saqué el de Cáceres y luego el de Jerte cambiando cosas. Ja ja ja ja.
ResponderEliminarHa ganado una mujer de Plasencia y no soy yo jajaja
Vaya, que me bese un médico que me va ha hacer una endodoncia tiene su aquel... Muy divertida la escena. Por cierto, estuve hace poco en Navaconcejo, y puedo asegurar que esas cerezas son altamente sensuales.
ResponderEliminarJuan M
Juan Manuel ¿ y si el dentista es de Plasencia como yo? Después de este relato he tenido que dejar de trabajar. No daba abasto o es a vasto, bueno el basto soy yo o tengo un conocimiento muy vasto, no sé me estoy haciendo la pi......un lío.
ResponderEliminarUn abrazo basto
Alejandro, llegaste a alcanzar el culmen en la picota?. No es pa menos.
ResponderEliminarDecano.
No, Antonio y eso que también tenía su aquel. Otro día será, me da pena por las picotas que dejo de comer.
ResponderEliminarUn beso
Ya me gustaban las cerezas del Jerte, pero ahora me gustan más.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por tu visita, pero las cerezas se venden solas.
ResponderEliminarUn beso