lunes, 30 de noviembre de 2020

APRENDIZ - ENTC - NOVIEMBRE 2019

                                                                              


                                                                                   APRENDIZ






Madre limpiaba en casa de un INGENIERO.

Al pasar por un escaparate, me detuve, se necesita aprendiz y entré.

Era una zapatería. Con las señoritas más complicado. Yo soy buen mozo y por este motivo las mujeres pedían mi ayuda.



Me sentaba delante de ellas en mi banqueta y cogiéndolas del tobillo, suavemente las descalzaba. Se apoyaban en la rampa de mi banqueta y algunas subían su pie descalzo o con medias hacia mi bragueta, este juego me encantaba. Las miradas, los roces de manos, que si no me entra.




Esta mañana ha entrado una mujer espectacular de treintaytantos con faldita de CUERO y se ha sentado.

Me ha llamado con una miradita.

Raudo y veloz, a sus pies.

Labios rojo cereza y ha esbozado una sonrisa mientras abría sus piernas.




Blonda a medio muslo y más allá nada. Bueno, todo, aparecía depilada y sonrosada.

Posó su pie en mi y me masajeó.




Con la excusa de ir a por otros pares, me llevé mi erección al TRASTERO.

Cuando me desabotoné para aliviarme, por detrás, una mano me la sacó.

lunes, 16 de noviembre de 2020

CONSULTA - ENTC - NOVIEMBRE 2020

                                   

                                                        



Suena el despertador, tengo tiempo.

No tengo COMPAÑERO desde hace años, pero me gusta dormir desnuda y sentir mi cuerpo caliente bajo el edredón. A las 10 tengo cita con el ginecólogo para la revisión de una úlcera del cuello del ÚTERO y no sé cómo voy a reaccionar.

                           

                                                    


Es muy joven, cariñoso, quizás demasiado, pero me encanta. Yo tampoco estoy mal. El último día me exploró los pechos minuciosamente, intenté no excitarme, pero me noté humedecida.

Ya en la mesa de exploración me cogió con delicadeza de los muslos para colocarlos en las perneras acolchadas. Según estoy recordando, bajo mi mano y me noto mojada, me acaricio y vuelvo a él.


                                  


Se sentó delante, yo atisbaba por encima de la sábana, con la lámpara frontal con una luz fría y blanca, me recordó a un MINERO y cómo se puso los guantes, parecía que ya, sus dedos gruesos me acariciaban.

En este momento ya tengo mi dildo dentro y me muevo y vuelvo a él.

Entró con el índice y el corazón y no hizo falta más.