viernes, 22 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - PINTO PINTO GORGORITO


                        PINTO  PINTO  GORGORITO
 

 

-          No sé, murmura Manuela compungida.
 

-          Te lo volveré a preguntar otra vez. ¿Quieres a Manuel como esposo?.
 
 
 

Con la mirada gacha, apoya las manos en el abultado vientre y se las retuerce compulsivamente, mientras, al novio, unas gotas de sudor perlan su frente. El padrino golpea con el pie el tobillo de su hija, en la bancada de atrás algunas risillas contenidas, la música deja de sonar.
 

     -No sé Padre, usted, es el papá.

La madrina cayó desmadejada y un borboteo in crescendo  de la novia, como un volcán, regurgitó  el desayuno de café con leche y porras sobre la casulla del sacerdote.

jueves, 21 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - INEXPERIENCIA


                                                                                                        INEXPERIENCIA
 

 
      -          No sé, murmura Manuela compungida.


-          Es muy fácil, tonta, hay que mover la mano arriba y abajo muy despacio y luego, cuando yo te diga, acelerar hasta que salga el líquido por el agujero.
 

-          El cura también intentó enseñarme…… y se remangó y todo la sotana…..  pero no hubo manera……. se derramó todo fuera. Nunca voy a valer para nada, me quedaré para vestir santos.
 El otro día al alguacil, le puse perdido el pantalón de pana con el chorro que salió, sin darnos tiempo de dirigirlo.
 

-          Con mi experiencia y nuestras dos manos juntas en la manivela, llenaremos el cántaro.

 

domingo, 17 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - MI PUEBLO


                                               MI PUEBLO
                                                         
Y restos de lágrimas en las mejillas, habían dejado dos surcos en la suciedad de la cara, mientras el profesor con la vara de avellano,  golpeaba la palma de la mano del niño que intentaba no retirarla.
 

Los demás se reían y gritaban  y sus voces resonaban en la escuela y traspasaban los muros, fuera, una mujeruca cogía agua con la cántara y se colocaba el rodete en la cabeza.
 

Al final de la calle, un hombre en un burro se acercaba con unas vacas, mientras unos perros se peleaban.
 

El cura, de negro hasta los pies, extiende la mano para que una niña se la bese.
 

sábado, 16 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - PRINCIPIO Y FINAL


 

                                             PRINCIPIO Y FINAL
 

Y restos de lágrimas en las mejillas, una mancha de sangre y un silencio de hielo que envolvió  a los dos niños mientras recogían sus ropas del pajar y torpemente se vestían.
 

Él acarició a la niña en el pelo, dijo algo que ni ella misma oyó y salió haciendo que las gallinas fueran en todas direcciones cacareando como perseguidas por un zorro.
 

Se sentó en el comedero de granito de las bestias  y abrazando sus piernas pensó en sus padres y el terror que sintió fue tal, que cogiendo un ramal de un cordaje que pendía de la viga y anudándoselo al cuello se dejó caer.
 

viernes, 15 de marzo de 2013

BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA - 2013

ENTREGA PREMIO SEMIFINALISTA CONCURSO RELATOS - JAREÑO - 2013


                                                  Me lo entrega Gustavo Adolfo Bécquer

jueves, 14 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - TELEDIARIO


                                                            TELEDIARIO
 
      

Y restos de lágrimas en las mejillas y un charquito entre mis pies, fueron las consecuencias de ver a mi presidente de Gobierno decir por la tele que España era solvente, creíble y una tentación para las inversiones extranjeras.
 

Después, empezaron a desfilar de uno y otro partido, a salir a la palestra y a decir yo he defraudado tanto y el otro, pues yo más e iban subiendo la cuantía de lo robado en un crescendo, quitándose el micrófono y a voz en grito.
 

¡Extremadura independiente!, decía uno en una manifestación. ¡Mujeres al poder!. ¡Sexo gratuito!, decía otro. 
Tengo que dejar de beber.

viernes, 8 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - DESPERTAR


                                                                                              DESPERTAR
 

 Sólo a las niñas guapas. Y a los hermanos que se las presentaban en el campamento de verano, les daba las tareas más ingratas, cortar la leña, limpiar las letrinas o hacerse cargo de la cocina.
 

Mientras el monitor, con el grupito de chicas se iban al río a bañarse, a jugar en el agua con la pelota y a tocar y rozarse con el fragor del partido.
 Después, exhaustos, se tumbaban a secarse al sol y él les contaba historias de amores, un poco eróticas y notaba como a algunas el rubor de la piel y los pezones erectos dejaban percibir su excitación  en sus bikinis minúsculos.
 

Última  noche, fuego de campamento.

jueves, 7 de marzo de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - EL GUATEQUE


 
                                                        EL GUATEQUE
 

 

Sólo a las niñas guapas y a los hermanos que se las presentaban, les mandaba una  invitación para el guateque.
 

Ese día el pick-up, resplandecía en la mesa, el altavoz de la tapa apoyado en la pared y los refrescos abiertos junto a unas patatas fritas y unos panchitos.
 

Dos Lps, Bee Gees y  dúo Dinámico, vuelta y vuelta.
Las chicas sentadas, una haciendo punto, vigilando a la hermana pequeña, los chicos juntos, animándose unos a otros para decidirse a atravesar la habitación y preguntar con un quedo “¿bailas?”, mientras todas las miradas estaban  fijas en la escena.
 

Si alguien apagaba la luz, una mano adulta que salía del pasillo volvía a encenderla.

jueves, 28 de febrero de 2013

CONCURSO DE MICRO - JAREÑO - RELATOS . MUSEO DE LA BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA . SEMIFINALISTA EN 2013 con VOLUPTUOSIDAD.


                                                                                     VOLUPTUOSIDAD 

 
     Nunca pensé que el bedel de la Biblioteca, tan guapo, con su uniforme gris,  me llevaría al paroxismo esa misma noche, apoyada en los estantes de los libros eróticos.
 

Por la mañana, mientras buscaba la ficha de un libro que me interesaba, se me acercó y al levantar mis ojos me encontré con el ser más perfecto de la creación, que sonreía.
 

Quería ayudarme, yo perdí el habla, apoyó su mano en mi brazo, me invitó a ver la Biblioteca de Paco Jareño, le dije que no en un susurro, insistió, me negué, a las nueve, dijo.
 

 Pero su hablar castizo, simpático y el paquete que mostraba su pantalón a punto de estallar, me decidió a quedar con él y allí entre los anaqueles y en la  penumbra tuve el polvete más gozoso de mi vida.
 
 

miércoles, 27 de febrero de 2013

CONCURSO DE RELATO BREVE - CIUDAD DE ARNEDO - 2013 - BAZAR - AZAR


                               BAZAR - AZAR
 

¿Dónde estoy?.Casi no me puedo mover.

Tengo puesta una camisa de fuerza, los brazos pegados a los costados, no puedo hablar, ¿Qué me han hecho? ¿Porqué?.Me siento mojado, habrá sido por los nervios, empiezo a  ver, las paredes blancas, como acolchadas. No recuerdo nada, me habrán inyectado algo, tengo miedo.
 

Estoy en la Unidad de Salud Mental y Conductas Adictivas, que digo yo que qué habré hecho para estar aquí con esta máscara que me impide gritar.
 
 

Empiezo a recuperar la memoria, salí del trabajo hoy o ayer, bueno, la verdad es que no tengo ni idea, no sé, tenía que comprar un regalo para el cumpleaños de mi mujer y entré en una zapatería de la calle Mayor.Es tan agradable pasear y ver los escaparates, bueno y los tres vermúts con su aceituna que me tomé en una terraza.
 

 Estuve viendo unas sandalias y unas botas preciosas, como de piel , altas y bajas, con esmaltes, también unas manoletinas y unas alpargatas. Me gustaban unos zapatos de salón de ante azul y unas sandalias de piel con plataforma, estaba a punto de elegir al azar cuando de repente una dependienta muy amable se me acercó.
 

Disculpe, me dijo, tenemos otros modelos que le van a gustar más. Tenía sim-

plemente que decir que no, que tenía prisa, cualquier cosa, pero era guapa, el aperitivo me tenía ligeramente enardecido y tenía tiempo, así que claudiqué, craso error. El azar vino en mi contra.
 

En una mesa grande de la tienda, empezó a colocar un montón de cajas de las que iba extrayendo multitud de pares de calzado, yo empecé a dudar, quería rescatar el espíritu de mi mujer, del cual yo me había prendado,  pero no lo encontraba en el batiburrillo que se había formado, la mano de ella se enredaba en la mía y yo por un lado buscaba y buscaba y por otro entraba en el juego erótico del roce.

Ya había perdido el norte, me reía por nada y no paraba de decir tonterías.

De repente, me dice que han recibido un pedido nuevo, con las últimas noveda-

des de fábrica y que me las va a traer. Intento resistirme, pero cuando me doy cuenta ya está subiendo por la escalera con ese movimiento tan sensual.
 A partir de ahora ya sé que no se puede pensar en cosas excitables teniendo una camisa de fuerza puesta, porque el tiro me está matando ( me viene a la memoria el clip de los picardías de las mujeres ) y porque no tengo las manos libres.

Baja por la escalera toda sonrisa, pechos, piernas y un montón de  cajas que la impiden ver con claridad, se acerca trastabilleando y al intentar ayudarla y coger el mamotreto, la rocé en no sé donde ( sí, lo sé ) y se deshizo entre nosotros y cayeron en la mesa decenas de zapatos, que digo, centenas y aun miles, yo ya, ya yo, dudaba si lo que quería eran unas katiuskas o unas manoletinas.

La mesa era un caos, los zapatos  se caían por los bordes resbalándose y mien-

tras nosotros, intentábamos lo contrario, con risas y con poco éxito. Los demás clientes miraban estupefactos y asistían con un poco de envidia tal vez a este juego en el que quizás también querían participar.
 

Ya no sabía porque estaba allí, era como un sueño que creo había tenido más de una vez, estábamos los dos en el suelo, riéndonos, yo, con un calentón que no recordaba y de repente al ponerme de pié choqué contra la estantería de la espalda y como las piezas de un dominó empezaron a caer una detrás de otra, con  el consiguiente escánda-

lo y estropicio.
 

Me levanté y me puse a buscar los zapatos de ante azul entre el caos que había en la tienda, gritaba y tiraba los pares a lo alto y no dejaba que nadie me tocara, ni siquiera la dependienta buenorra, y a cuatro patas recorría la tienda a una velocidad en-

diablada, hasta que choqué con un muro de piernas, que izándome en volandas me colo-

caron la camisa de fuerza que llevo.
 

Según me llevan a la ambulancia, noto dentro de la camisa un zueco de base de madera, noto la sonrisa de la joven y también noto el clip del picardías.

No creo que mi mujer me crea, sobre todo cuando vea la foto en la prensa de la dependienta, dándome un beso en la boca.

 

viernes, 22 de febrero de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - SORPRESA SORPRESA


                                                                               SORPRESA SORPRESA

 Desde la habitación de su hermanita mayor, los ruidos, las risas, traspasaban la pared y no le dejaban dormir. Se acordó de sus padres, cuida al pequeño, entretenle.
 

Pero el amigo que había traido a casa, simpático al principio, después de cenar se empezó a poner nervioso y no quería jugar. Le metieron en la cama, apagaron la luz, el silencio duró unos minutos. De repente, la cama de su hermana crujió y las voces susurradas y las carcajadas le dieron envidia.
 

Oyó la voz de él – Me voy.

La de ella – Yo también.
 

Se levantó, salió al pasillo y abrió diciendo – Me voy con vosotros.

jueves, 21 de febrero de 2013

RELATOS EN CADENA SER - 2013 - FUEGO FATUO


                                                                                  FUEGO FATUO
 

 

Desde la habitación de su hermanita, un ruido sordo, húmedo, infrahumano, traspasa la puerta. Ante ella y con las manos apoyadas, su hermano intenta ver por el ojo de la cerradura, hay una luz fosforescente dentro y unas sombras que atraviesan su ángulo de visión.
 

Cree haberla  visto pasar de un lado al otro con su camisón roto y enrojecido y un por favor, por favor, quedo, le llega a sus oídos.
 

Está rígido, un sudor frío hace que la camisa se le pegue al cuerpo. Se le relaja el esfínter, mira hacia los pies y un reguero de sangre roja y negra sale del umbral.