Monstruoscopio 3
LA MOMIA: POR FIN SOY TUYO ETERNAMENTE
Haced el bien y tendréis la eternidad para estar en el Paraíso. ¡Y un pezón de teta novicia!, llevo dos lustros y un día oyendo la monserga de los vivos de arriba.
Esto es un sin vivir, huy que gracioso soy, nona, vísperas, completas y vuelta a empezar, maitines y laudes. ¡Socorroooo!, demonio, llévame contigo al infierno, alguna abadesa buenorra habrá.
Cantan fatal y me retumba en la bóveda craneal y encima esto, veintiocho frailes juntos y el Benito, trucha total, que se ponía toca alada por la noche me lo han colocado detrás, me ha hincado el colmillo en la tonsura. Antes estaba por mis huesos, ahora más.
Se frota conmigo y produce un fuego fatuo, azulado, precioso. Tócame los maitines, porfita.
NOCTÁMBULA: EXPIACIÓN.
Tan solo un calcáreo espacio de calavereas vacías. Sin sonido. Solo tal vez el aire que atraviesa el muro por sus oquedades. Y sin embargo, para Jacinto, el estrenado monje, representaba el motivo de haber tomado los hábitos tan tardíamente: allí depositadas, estaban las vidas de otros.
El padre Prior, único conocedor de su historia, había ordenado que fuera él, y no otro, el que cuidara del osario. De esa forma el novicio, en las angostas paredes de la celda conventual, expiaría su culpa, cuando en la noche esa imagen de huesos se presentara ante él, recordándole que todos aquellos que por su mano sangrienta habían muerto, ya no podrían ser para el monje otra cosa que fantasmas, remordimiento e infierno terrenal.
¡Caramba Momia! Un relato genial, digno del enorme esfuerzo que tuve que realizar para obtener la imagen. Primero convenciéndoles para que se dejaran hacer -aún respiraban- y luego para que ninguno se moviera mientras sacaba la instantánea. No ha sido en vano. A ver si nos sale una Noctámbula marchosa que dé más calor al fuego eterno.
Mefis.
Querido y odiado Mefistófeles, así que mi amigo fraile del relato te invoca para irse contigo al averno y tú, que eres más malo que la quina le pones al Benito detrás.
Pues entérate, la noctámbula ha quedado conmigo, dice que soy un momio.
La Momia
Esto sí que es humor negro.
El pobre tiene motivos para quejarse, si además tiene un colmillo en la tonsura…
Precioso texto, fuego fátuo incluído.
(creo que sé quién eres, jeje – cuando se descubran los nombres, veremos si acierto
Un beso!
por favor dímelo, porque llevo tantos siglos vendada que no se si soy mujer u hombre. Espero impaciente a Noctámbula para que me desenrede.
Beso fétido
Por tu fabuloso relato, intuyo en ti una sensibilidad especial, dulce y morbosa.
Anhelada Noctámbula, tu nombre llena mis sueños de inquietas imágenes, únete a mi y deslíame. No hagas caso de Mefistófeles, es un flojo.
La imagen del Benito con toca alada es muuuy graciosa…
¡Muy buen micro, me encantó!
Como dice el dicho, a cada santo le llega su San Martín.
Muy buen micro; me gustó.
Querida Momia, con esa sensibilidad tan especial, que dices debo tener, solo puedo cantarte al oído, en medio de la noche oscura.
Lía con tus brazos, un nudo de dos lazos
que me ate a tu pecho, amor.
lía con tus besos la parte de mis sesos
que manda en mi corazón.
Fíjate Noc, que creo conocerte, una persona sensible, que sabe muchas canciones y que pone las letras enteras.
El problema sigue siendo que desconozco mi género, para un acercamiento, bueno, hoy día, no, hoy noche, es más moderno no hacer distingos. Total, solo nos queda la eternidad.
Beso pútrido, tu momia