NADA
Y nada más existiría hasta el próximo tren, amor, eso pensé que sucedería cuando me llamaste para decirme que lo habías perdido, pero no podíamos saber que te quedarías en una curva del camino, junto a la vía.
Y mientras yo en el andén, fantaseaba con nuestro encuentro en la habitación del hotel que tenía reservada, tú te desangrabas, junto a la vía.
Y mientras yo en el andén, planeaba nuestra nueva vida y la posibilidad de tener hijos y envejecer juntos, tú gritabas de dolor y me llamabas con desesperación, junto a la vía.
Y en ese momento, el jefe de estación se me acercó para preguntarme si esperaba a alguien en el próximo tren.
Hola, Alejandro!!
ResponderEliminarMuy bonito.
Esa continua comparación y contraste de situaciones aumenta la tragedia.
Un beso.
Llevo 3 horas llorando.
ResponderEliminarMuchos besos
Alejandro, ¿Pero qué pasa? Este ya lo he leído y comentado... Te estás abandonando, con lo que tú eres.
ResponderEliminarUn beso.
Petra,he entrado en época de exámenes en la facultad y si quiero ir al Orgasmus ése que dicen por la tele, tengo que pasar de curso.
Eliminar¿tú sabes si con el Orgasmus puedes ir a Brasil o República Dominicana?
Besos de Alejandro.
Se me ha encogido el corazón. Epí, Muchas felicidades!!. Eres un grande de la literatura expresiva. Conmueves al lector, sigue así.
ResponderEliminarHola, Alejandro. Me he hecho socia de tu club y poco a poco iré degustando tus derrapes, que ya veo que son para paladares finos. Y bienvenido a mi concurridísimo blog, seguimos en contacto.
ResponderEliminarSusana