DESPERTAR
Había
escrito cien veces te quiero y otras
tantas, había renegado, haciendo un gurruño con el papel y lanzándolo como si
me quemara. Volví a coger la foto donde estábamos las dos bajo el paraguas, el
agua chorreando por los botones de las varillas metálicas. Me parecía oír las
risas, mientras nos apretábamos para protegernos en tan pequeño espacio.
En
la habitación del hotel, mientras la secaba con la toalla, algo cambió en mi interior, me demoré más de la cuenta y desde
ese día íbamos juntas a todos lados. Fue la habitación compartida del ecuador
de la carrera, la que me hizo salir del armario.
Epi el compartir la ducha en los colegios mayores hizo a muchas salir del armario, aunque luego algunas volvieron a entrar y todo quedó en una anécdota de juventud. No se puede una demora mucho que luego pasa lo que pasa jjejjej.
ResponderEliminarUn beso .
Puri