LEY DEL TODO O NADA.
El comandante de la Guardia Suiza nunca llegó a cruzar el umbral, es decir, su estímulo nunca alcanzó la velocidad necesaria para que una mínima reacción generara el impulso nervioso que le llevara a un éxtasis que nunca se le había resistido.
Notaba que el umbral, que es la cantidad mínima de señal que ha de estar presente, aumentaba y que en cada momento la distancia iba siendo mayor.
Cuanto más pensaba en ello, peor, empezó a rememorar otras mujeres, a su mujer también y entonces la vio, riendo y diciendo que no con la cabeza.
Empezaron los sudores y los calambres en brazos y piernas hacían que cambiara de postura continuamente y su pareja harta ya del trajín, se separó y se le quedó mirando en pelotas.
Era su primer gatillazo y como tal, le abrumó en exceso.
Yo.....es la primera ...vez......nunca....me había ....pasado....
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