CENA DE PROMOCIÓN
Naricilla respingona y un
cuerpazo de escándalo, no me lo podía creer, los colegas de la promoción
alucinaban, cuando se sentó en mis rodillas y empezó a besuquearme, los demás
callaron y veía como se les caía la baba de envidia.
Cuando pasaban a mi lado,
me daban con el codo y me guiñaban el ojo.
Me despedí y nos fuimos a un motel
cercano.
En la habitación, bailamos y me puso a cien, ¿cómo les digo yo lo que
tenía entre las piernas?, ¿cómo decirles que me gustó y que he repetido?, era
más grande que la mía, no soy capaz de quitarles la ilusión.
Jaja muy cómico y erótico. Cualquiera de esa promoción hubiese caído.
ResponderEliminarLorenzo, que razón tienes, se podría hacer un libro de esas cenas, de las mentiras que se cuentan y de los éxitos profesionales que cada uno presume haber conseguido.
EliminarUn abrazo
Las sorpresas de las cenas de promoción no acaban con la presencia de una modelo-actriz-cantante, eso solo es el comienzo...
ResponderEliminarUn saludo
JM
Como le digo a Lorenzo, un libro grande se puede hacer. Todos hemos asistidos a cenas, que luego dejan un regusto amargo por muchos motivos, por los que van faltando y por las mentiras.
EliminarUn abrazo
No sé si me pusiste a cien con tu relato o con la titi en la foto. Jajaja, y encima con sorpresa. Un abrazo, maestro, Sotirios.(Epi, estos signos no hay que los entiende, menos mal que mi hijo es muy listo y ha podido descifrarlo ,
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