TERROR EN EL HOSPITAL
Pesaban
muy poco pero aplastaban sueños, imposible dormir con ratones correteando por
encima de la mosquitera.
Los que
querían subir por la colcha, parecían tener más fuerza. El amanecer daba un
aspecto fantasmagórico a la habitación y un tintineo me hizo descubrir una rata
negra y enorme que intentaba subir por el trípode del gotero.
Sus garras
resbalaban en el aluminio pero llegó arriba y se dejó caer sobre el suero, se
enderezó sobre las patas traseras, me miró con sus ojillos y chilló.
Empezó a
descender por el tubo y se dejó caer sobre mi brazo. Solté un alarido.
-
Perdona bonita, es la bolsa.
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