FUEGO DE
CAMPAMENTO
Hablar de muertos vivientes, era
la excusa perfecta para
que mi chica se pegara a mi cuerpo aterrorizada,
mientras el fuego de campamento chisporroteaba,
despidiendo puntos de luz hacia
las estrellas.
El pantalón corto se me iba
quedando pequeño y
pensaba que por fin iba a perder la virginidad.
Creía en mi
superioridad sobre ella, que parecía
modosita, pero que desmontó de un plumazo
en cuanto
entramos en la tienda.
Me pidió un condón, que no tenía,
sacó uno de su
bolsillo trasero, me bajó la bragueta, intentó ponérmelo,
maniobró un poco y no hizo falta más, fue como una
estrella fugaz.
Muy rápido todo. ..
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