viernes, 10 de abril de 2015

ESTA NOCHE TE CUENTO - 2015 - SUPERCAÑÓN

7. SUPERCAÑÓN (EPIFISIS)

Cuando entré en la santabárbara, estaba apoyada en el brocal metiendo el escobillón embadurnado de sebo por la boca para limpiar el ánima, sus brazos desnudos, brillantes por la grasa que le resbalaba hasta la camisa remangada, empapando la tela y marcando sus pezones, dejando ver su tatuaje con mi nombre. La mancha en su nariz hizo que se me pusiera como la verga mayor. Se dio la vuelta y como la encanta el trinquete, se subió la cureña hasta la cintura y nos pusimos a holgar entre las gualderas.
Le puse el cascabel a la culata, mientras que con sus manos grasientas me dirigía hacia su tulipa, yo no tenía nada que envidiar a los espeques de cubierta y entre mis ganas y las suyas y el chapoteo del barco y del sebo, hubo una explosión sorda que fluyó hacia la sentina.
Será por la abstinencia, pero en la mar, siempre tengo otro proyectil en la recámara y no precisamente de pólvora mojada, así que la propuse otro ejercicio de tiro, pero ahora de avantcarga, así que mientras se amorraba al mástil, yo atacaba su línea de flotación, terminando en un pique de proa y un cuarto de derrota.
  1. Virtudes Torres Reply
    ¡¡¡ GUAU!!!
    ¡¡¡Super, super!!!
    Un saludo desde lejos (para no mancharme de grasa)
    • epifisis Reply
      Virtudes, no te tiene que importar el mancharte de grasa, para eso está la jacuzzi, ja ja.
      Un beso
  2. Ana U. Reply
    ¡Qué bien escribes, Epi! estupendo relato que yo necesitaré mañana coger el diccionario y repasar algunas palabras.
    Suerteeeee y beso.
    • epifisis Reply
      Ana, no mires mucho en el diccionario, me he tomado algunas libertades, eso sí, eran palabras que me sonaban muy eróticas.
      Un beso
  3. auro Reply
    Pero qué caña, digo qué cañón!!
    Aupa ahí!!
    Beso
    • epifisis Reply
      Auro, el sitio era un poco cutre pero es lo que tienen los deberes de Jams. De todas maneras como dice un amigo mío, en peores plazas hemos toreado.
      Un beso
  4. Blanca Oteiza Reply
    Cañón, cañón Epi. Muy chulo el relato.
    Un beso
    • epifisis Reply
      Blanca, un relato burlesco como todo lo pirata. Ja ja.
      Un beso
  5. Ines Z. López Reply
    No sé qué decir, estoy impresionada imaginando esa escena. Yo, como Ana, he tenido que buscar alguna palabra jajajaja
    Un beso, casto, por supuesto.
    • epifisis Reply
      Inés, si te pones a imaginar la escena, igual te pasa como a mi, que para situarme, nos embadurnamos mi mujer y yo con manteca del cocido.
      Un beso
  6. María Jesús Briones Reply
    JA, JA, JA!.. Reconocería un relato tuyo en un cañón,,, perdón he querido decir millón.
    Buen ejercicio para la risoterapia.
    • epifisis Reply
      No se porque dices eso María Jesús, si vengo de hacer unos ejercicios espirituales.
      Un beso
  7. Rafa Olivares Reply
    Si viviera Cela te plagiaba, seguro.
    Grande, Alejandro.
    • epifisis Reply
      Rafa, será la edad, pero cada día estoy más verderón.
      Un abrazo
  8. JOSÉ IGNACIO Reply
    ¿Se subió la cureña hasta la cintura y nos pusimos a holgar entre las gualderas? Jaja, Epífisis, creo que nos has alegrado la tarde… Abrazos. Abrazos otra vez, Jaja.
    • epifisis Reply
      José Ignacio, la cureña tiene un nombre erótico, pues a remangarla, ja ja.
      Un abrazo
  9. Ángel Saiz Mora Reply
    Un relato cañón, alimentado con la pólvora de una creatividad explosiva, valiente y rompedora; un texto que golpea estruendoso en el intelecto.
    Suerte y un abrazo, Epi
    • epifisis Reply
      Ángel, no se si que el “texto golpea estruendoso el intelecto”, es un piropo, pero me gusta.
      Un abrazo
  10. Rosy Val Reply
    Jajaja Epi, ya el título me saca un sonrisa.
    Después de utilizar el diccionario, he podido enterarme de los detalles, aunque el fondo lo he tenido muy claro, desde el principio. Sigue así, eres único.
    Un abrazo.
    • epifisis Reply
      Rosy, creo que estaba clarito lo que quería contar y para eso las mujeres sois mucho más listas.
      Un besazo
  11. Nicolás Megías Berdonce Reply
    Brutal relato Epifisis, me ha gustado bastante la escena que describes… Mucha suerte… Un abrazo…
    • epifisis Reply
      Gracias Nicolás, yo también me lo imaginé, ja ja.
      Un abrazo
  12. Belén Sáenz Reply
    Una pasión marinera muy bien narrada. Has elevado la temperatura bastantes grados en la nave, a ver si al final se te amotina la tripulación. Me ha gustado mucho, original y muy bien narrado.
    • epifisis Reply
      Belén, estamos en semana santa y solo se puede comer marisco, ja ja.
      Un beso
  13. auro Reply
    ¡Cómo eres!!!
    Beso.
    • epifisis Reply
      Es el mundo que me ha hecho así.
      Beso
  14. Ricardo Sanz Molpeceres Reply
    ¡Genial! ¿Pensando en Geena Davis, tal vez? Mucho sebo, digo, suerte!
    • epifisis Reply
      Ricardo, son tantas en las que pienso.
      Un abrazo y surte para ti.
  15. Towanda Reply
    Hola, Epi.
    Menuda pasión tan bien contada y tan bien traída a esta Semana Santa.
    Un abrazo y suertísima.
    • epifisis Reply
      Gracias Towanda, es por culpa del ayuno y la abstinencia.
      Besos
  16. Calamanda Nevado Reply
    Alejandro, has llevado esta historia con cautela y un rico vocabulario, ademas de con un tinte sensual muy bueno. Suerte y saludos
  17. Eva Reply
    Magistral, sin paños calientes (o sí). De lo que estoy segura es de que disfrutas (con todos los matices del verbo) tanto escribiendo tus relatos como nosotros leyéndolos.No te aplaudo porque tendría que quitarme los guantes e igual te parece una provocación, no te beso porque me estremece imaginar tal cosa, no sé que hacer contigo…¿desearte suerte?

sábado, 4 de abril de 2015

ESTA NOCHE TE CUENTO - 2015 - SHIBARI


                                                                                                          SHIBARI

 

 Siempre me gustó, que el tío que estaba entre mis muslos, me poseyera con fuerza y con pasión.


 
 
 Que me dijera en la oreja cosas guarras, me encanta y que me insultara y que yo como defensa, me debatiera en una lucha de brazos y piernas hasta quedar exhaustos entre las sábanas de seda.


 

Entré en el club Shibari, aleccionada por una amiga.

Cortinas rojas y una barra donde servía bebidas un tío con collar de cuero con cadena a la pared, desnudo salvo los correajes y un slip de piel negra.


 

Dos esbirros con máscaras me quitaron las ropas y me cargaron de cadenas y de una especie de cinturón de castidad, entré en la mazmorra en esta cárcel, estos hierros se me clavaban en la ingle, pero no fue nada, peor, cuando me colocaron en la cruz de San Andrés.


 

Me pusieron un separador de labios y apareció un tío con la cosa más bestial que yo había visto nunca y una palmeta, solo dije ahh.
 

 
 
 
 
 
 
Me desperté, cuando en la boca tenía dos dedos de la mano derecha y tres de la izquierda de mi dentista, mientras desde detrás de la mascarilla me decía, abre más.


 

viernes, 3 de abril de 2015

III Concurso de Relatos Hiperbreves Lasiguientelapagoyo - 2015 - ÉSTE AÑO, FUE DIFERENTE


                                                                         ÉSTE AÑO, FUE DIFERENTE


 

 

A primeros de este mes de Diciembre me llamaron como todos los años para la cena de Navidad de los compañeros de la Academia General Militar de Zaragoza de los años 70, cada vez somos menos y con un salón privado de un asador de la A-2, lo hemos solucionado.


 
 
 Nos cuesta mucho abrazarnos, pues nuestros abdómenes son un  impedimento y pasar para orinar entre las sillas, la barriga  y la pared, entre las prisas y la próstata, ocasiona algún que otro accidente que deja su huella en la portañola.


 

Después de los aperitivos, bien regados, del primero y luego del asado, las canciones y vivas a la Patrona atronaban el comedor y los gin tonics, chupitos de aguardiente de hierbas, wiskies y coñacs, corrían por la mesa y no era una metáfora, parecía un mantel con chapapote.


 
 
Los brindis por los caídos, que no en combate, sino por la cirrosis, pancreatitis e infartos, hacían que los que quedábamos estuviéramos a un tris de engordar la lista.


 

A la vuelta de una incursión al excusado me confundí y penetré en otro comedor donde me recibieron unas cuarenta mujeres de todos los colores y pelajes posibles, con gran algarabía y regocijo.


 
 
    Celebraban su fiesta de Navidad de un puticlub de la misma carretera. Era difícil elegir a una, así que me sumergí en la multitud de pechos y de brazos que se abrieron a la vez.


 
 
Al rato me di cuenta que había abandonado a mis compañeros de la milicia y como picha española no mea sola, me dije, pues de lo otro igual. Intimé rápidamente y como buen caballero español las invité a una copa en mi reunión.

Para qué fue aquello, cuando entramos en tropel, algunos se cayeron de las sillas, los más se sumaron a los besos y abrazos. Otro día tendremos que quedar para borrar los selfies que nos hicimos, que espero que no salgamos en youtube y ocasione alguna separación.


 

Se trajo cava y al poco rato cada oveja con su pareja, unos en el suelo, otros en el baño, los camareros entraban y salían corriendo, todos,  menos un coronel un poco pusilánime, que ya en la Academia era rarito, que en una esquina hacía morisquetas y mohines a una cubana de armas tomar.


 

La que se sentó en mis rodillas con un cuerpo espectacular, unas tetas que se salían por arriba y una naricilla respingona, junto a una lengua juguetona que en un pis pas me hizo un traje saliva, se me insinuó, vamos eso creo, porque me invitó a conocer el mueblé y a corresponderme con otra copita.

Miré alrededor y el campo de batalla ya estaba lleno de cadáveres, unos con la cabeza entre los brazos en la mesa y otros entre los brazos del enemigo, hasta el flojo, se estaba dando el lote con la caribeña.


 

Me despedí sin ruido, hubiera dado igual como lo hubiera hecho, nadie se enteró, cogimos los bártulos y nos encaminamos al  club, que estaba al otro lado del parking, me subió a una habitación rosa con un espejo en el techo, puso música calentorra y bailamos, mientras me metía mano, lengua y más cosas, me puso a mil, me desnudó y me tumbó en la cama.


 
 
 Se quitó la ropa y como les digo yo a mis compañeros lo que tenía entre las piernas. ¿Cómo decirles que me gustó y que he repetido?


 

No soy capaz de quitarles la ilusión, era más grande que la mía.

jueves, 2 de abril de 2015

MICRORRELATOS SOBRE ABOGADOS.- JUICIO DE FALDAS


 
                                                             JUICIO DE FALDAS
 
 
Me remuevo en la silla, coloco el vaso de agua en la mesa, me descubro la cabeza, golpeo con el martillo que saco del bolsillo de la toga y me dirijo al fiscal, que se despierta de golpe y le conmino a que sea breve, amonestándole porque las alegaciones a la contestación de la demanda no deben  ir escritas en una servilleta de papel, que no tenemos todo el tiempo del mundo y los días del calendario se van terminando.

El fenómeno de la inmortalidad, por lo menos aquí, no se produce, los muertos aumentan cada día, la semana pasada perdimos a dos procuradores y a tres secretarios judiciales, nos queda solo un perito y como esto siga así, tendremos que cerrar el asilo de lo social, número tres.

El acoso sexual que sufrió la fisioterapeuta Dª Petronila, tendrá el castigo que  merece el demandado, otra cosa será el alejamiento.

miércoles, 1 de abril de 2015

FASE 3 E.- ENCUENTRO 3º - ESTA NOCHE TE CUENTO - VENENO EN LA PIEL

     


EPÍFISIS.-

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                               VENENO EN LA PIEL


Estoy en la cama con una camisa de fuerza y un bozal.
Me han traído aquí, por chupar a una joven en el metro.
Todo empezó cuando besé a Fátima en un club de alterne, la liberación de partículas del almizcle que llevaba en su piel, eclosionaron en mi cerebro.
El dinero se terminó, me echaron y desde entonces busco ese sabor amargo.
Entra una doctora guapa, desanuda la máscara, cuando llega a la exploración del IV par craneal o patético, se acerca mucho y lentamente a mi cara con una linternita pequeña, entonces, me incorporo un poco y slurrpppp.

FASE 2 E .- ENCUENTRO 2º - ESTA NOCHE TE CUENTO - 69

 
EPÍFISIS.-

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                                       69


Llamo al timbre, me abre mi amante, con una lencería preciosa.
Canta el cumpleaños feliz, me besa en la comisura y me lleva al dormitorio.
Se acuesta y se desnuda, las velas dan un tono rojizo a la habitación, me enciende un canuto y las volutas de humo titilan.
No dejo de mirarla, se acerca y me chupa la oreja, siento una descarga.
Me desnuda y me recorre el cuerpo mordiendo y mirando, estirando del pezón y hundiendo su boca en mi coño, echo la cabeza hacia atrás.
Gira y se pone a horcajadas encima. No existe un regalo mejor.

FASE 1E-ENCUENTRO 1º- ESTA NOCHE TE CUENTO - QUÉ MARRÓN


    
EPÍFISIS   

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                                                                  QUÉ MARRÓN

El 5 de enero, lunes, me habían contratado para la cabalgata, me asignaron de paje de Baltasar, cubano y llevaba botellas de roncito. Hicimos amistad y bebimos demasiado, una mulata se arrimó y no dejaba de jugar, que si un caramelo, que si un buchito, me plantaba los pechos en la espalda y yo, como un verraco. La llevé a la parte de atrás de la carroza y entre unas entretelas copulamos en plan caribeño, vamos, a lo bestia. Cuando pasábamos delante de la tribuna de autoridades, la rueda enganchó los cortinones y a mí se me vieron los cojones.