DESVÁN
Y allí sigue, en
silencio, acumulando polvo, junto al proyector de cine, el barco pirata y la
nave espacial, el álbum de su infancia.
No ha vuelto a subir al trastero donde
su tío le sentaba en sus rodillas, la mecedora balanceándose y la mano de él,
también.
No quiere recordar, las caricias ni los regalos, desde entonces
no soporta ni el más mínimo roce, ni tampoco ningún regalo.
Cuando murió, el duelo se adueñó de la casona, su
familia le lloraba a todas horas y él en su interior sin embargo, sentía una
alegría inmensa, con una mezcla de liberación, que a su vez, se trocó en
pesadumbre.
Sintió un vacio en su cuerpo.
Contundente relato que creo que con hasta también ya lo decía todo. Me ha gustado su dureza.
ResponderEliminarMe ha parecido duro cuando lo estaba escribiendo, pero me ha salido hilvanado después de esa frase tan larga de comienzo y así lo he dejado.
EliminarUn abrazo
Se murió llevándose a la tumba el daño, donde se llenará de polvo lejos del oprobio...
ResponderEliminarExcelente.
Un saludo
JM
Gracias Juan Manuel, pero creo que muchos desvanes esconden tragedias.
EliminarUn abrazo
Un relato muy duro, pero a la vez muy real. Los abusos por desgracia marcan a las personas que lo han padecido a toda la vida. Buen relato maestro. Un abrazo, Sotirios.
ResponderEliminarUna lacra de la humanidad que perdura en el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Epi, acaba de recibir un email donde me informan que fue seleccionado un relato mío para publicarlo en u libro que se llamará SABOREA LA LOCURA. Lo colgué en mi blog te invito a leerlo y como ves aunque no, nos votaron en este concurso nunca a la larga hemos demostrado los dos que somos unos cracks.Un abazo, amigo, Sotirios.
ResponderEliminarEnhorabuena Sotirios, ya ves que el que persevera lo consigue. Ya te comentaré.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy duro y emotivo. Un abrazo
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