HOSPITAL DE NOCHE
Mientras me abrochaba los pantalones abrí la puerta batiente de una patada y a voz en grito, avisé a los que estaban en la sala de urgencias de lo que les esperaba si entraban, que había un tipo con bata, que lo primero que intentaba hacer, era sacarte sangre con una aguja de caballo y más tarde, golpearte con un martillo por todo el cuerpo.
Señor Juez, yo no falté a nadie, lo peor vino después, quiso meterme el dedo en el culo.
Genial Epi, con pacientes como ese se desalojaban los servicios de urgencias de manera drástica. Es que eso de que te metan un dedo por allí no es de mucho gusto, bueno yo mismo me respondo algunos seguro que les da gustirrinín jejej.
ResponderEliminarBesos ( estate atento que en proximos dias saldrá a la luz el segundo capítulo de los sueños de mi novicia )
Puri
Pues si Puri, los machos tienen mucho miedo de que les guste. Por eso huyen con el rabo entre las piernas, nunca mejor dicho.
EliminarUn beso y espero a la teta novicia.
Al día siguiente, la prensa afín publicó que las listas de espera de la sanidad pública habían disminuido por la nueva gestión, más creativa.
ResponderEliminarUn saludo
JM
En la milicia se usaba la inyección de vitamina B para los escaqueadores. Cuando llegué a mi primer destino de teniente médico, un regimiento de infantería lo suprimí. Me gustaba más colgar por los pulgares, ja ja.
EliminarUn abrazo