En un principio me dije, hoy, aunque ella quiera, voy a decir que no tengo ganas, pero hemos comido lamelibranquios y me ponen un montón. Se ha sentado a mi lado con la bata roja de seda, ha pegado la pierna a la mía y ha dejado a mi vista su mejillón con sus pelillos ensortijados.
Esto es una encerrona. Me ha puesto la mano en mi percebe y ahí he dicho, NO, me he levantado y mirándome desde abajo, se ha acercado, me ha acariciado con sus pestañas y ya no he podido más, llegaremos al final.
En un principio me dije, hoy, aunque ella quiera, voy a decir que no tengo ganas, pero hemos comido lamelibranquios y me ponen un montón. Se ha sentado a mi lado con la bata roja de seda, ha pegado la pierna a la mía y ha dejado a mi vista su mejillón con sus pelillos ensortijados.
Esto es una encerrona. Me ha puesto la mano en mi percebe y ahí he dicho, NO, me he levantado y mirándome desde abajo, se ha acercado, me ha acariciado con sus pestañas y ya no he podido más, llegaremos al final.