PAS DE DEUX
Si malo es estar enamorado como un verraco, el primer
bailarín ruso lo está de Odette.
En estado flácido, le cuesta ponerse la malla tan ajustada, pues
parece un pepino.
Hoy es el estreno, va a asistir la familia Romanov, el teatro
de la Ópera está a rebosar.
Sale del camerino, entre bambalinas ve a su chica y sufre
una erección. La música le da la entrada y el público aúlla al ver semejante
bulto, dando saltos por el escenario.
Anastasia se tapa los ojos y la obra se
acerca al momento cumbre del “pas de deux”, innovador.
Sigfrido realiza unos pirouettes, hace girar al cisne blanco
sobre un pie e inicia una levantada o porté, con tan mala pata que se apoya
sobre el miembro.
Un chasquido se oye
por encima de la orquesta cuando los senos cavernosos del pene se rompen,
provocando una cipotimia, muerte inmediata del bailarín.